El Papa Francisco, quien ha estado hospitalizado desde el 14 de febrero por problemas respiratorios, sigue mostrando signos de mejora en su salud, según fuentes vaticanas. Aunque aún se encuentra en proceso de rehabilitación, el Pontífice ha logrado superar algunos de los obstáculos más importantes, como la suspensión de la ventilación mecánica no invasiva y la reducción gradual del oxígeno de alto flujo.
El cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, prefecto del dicasterio para la Doctrina de la Fe y cercano colaborador del Papa, ha brindado detalles alentadores sobre el estado de salud de Jorge Bergoglio. Fernández asegura que el Papa se encuentra «verdaderamente muy bien físicamente» y que, si bien se cansa un poco al hablar, su cuadro general de salud es como antes.
Según el cardenal, el Papa no tiene planes de renunciar a su cargo, a pesar de los desafíos que ha enfrentado. Por el contrario, Fernández afirma que Bergoglio se prepara para «una nueva etapa» en la que «habrá sorpresas» para la Iglesia y el mundo. El Pontífice, conocido por su espíritu innovador, parece estar listo para emprender nuevos proyectos y desafíos una vez que complete su recuperación.
Si bien algunos medios han especulado sobre la posibilidad de un «plan B» en el que otros cardenales sustituirían al Papa en las celebraciones de la Semana Santa, el Vaticano no ha tomado ninguna decisión al respecto. Fernández afirma que el Papa «quiere darlo todo» y que «el poco tiempo que queda lo quiere usar ‘no para curarme a mí mismo'», lo que sugiere su determinación por volver a sus actividades lo antes posible.
A pesar de los desafíos de salud que ha enfrentado, el Papa Francisco ha demostrado una fuerza y capacidad de sacrificio admirables, según el cardenal Fernández. Esto, sumado a su espíritu innovador y su deseo de servir a la Iglesia y al mundo, hacen que los fieles y colaboradores cercanos confíen en que el Pontífice superará este obstáculo y se preparará para una nueva etapa llena de sorpresas y oportunidades.
