Río Bueno, en la región de Los Ríos, es el escenario de un conflicto legal que amenaza con desalojar a una familia que ha habitado un terreno durante 40 años. La demandante alega ser la propietaria legítima del inmueble, pero la familia Gutiérrez afirma haber adquirido el terreno a través de una compraventa en 1973, aunque nunca realizaron los trámites legales correspondientes.
La hija del demandado, Daniela Gutiérrez, explica que por desconocimiento nunca inscribieron la propiedad en el Conservador de Bienes Raíces, lo que ha complicado su situación legal. Sin embargo, asegura que sus padres no son «ocupas» como los acusa la demandante, sino que han construido su hogar en este terreno durante cuatro décadas.
Según la información, la familia Gutiérrez se vio obligada a mudarse a una mediagua en el mismo terreno después de que su antigua vivienda fuera consumida por un incendio en 2020. Fue entonces cuando la demandante, quien habría adquirido el terreno en 2020, inició el proceso legal para desalojarlos.
Batalla Legal y Vulnerabilidad de la Familia
Los abogados de la demandante han intentado en repetidas ocasiones que la familia Gutiérrez abandone el lugar, solicitando al Juzgado de Garantía de Río Bueno que ordene el desalojo de los adultos. Sin embargo, el tribunal ha suspendido estas acciones, reconociendo la vulnerabilidad de los demandados.
Incluso, cuando se solicitó oficiar a Carabineros para proceder con el desalojo, la justicia denegó la petición. Además, se ha presentado una orden de no innovar ante la Corte de Apelaciones de Valdivia, con el objetivo de evitar que se ordene el abandono del terreno.
Versión de la Demandante y Posibles Intereses Comerciales
Según fuentes de Radio Bío Bío, un empresario gastronómico estaría detrás de estas acciones legales, ya que estaría buscando arrendar el espacio a la demandante para extender su local comercial a orillas del río. Sin embargo, esta versión no ha sido confirmada por los intervinientes en el conflicto.
La familia Gutiérrez se enfrenta a una batalla legal que pone en riesgo su hogar de 40 años, pero se niega a abandonar un terreno que consideran suyo. Esta lucha por mantener su vivienda se ha convertido en un símbolo de la importancia de la seguridad y la estabilidad en el hogar, incluso cuando los derechos de propiedad se encuentran en disputa.
