EE.UU. ha intensificado sus ataques contra los hutíes en Yemen por segundo día consecutivo, en lo que parece ser una escalada del conflicto en la región. El Comando Central de EE.UU. (CENTCOM) ha compartido videos del despegue de aviones de combate desde el portaaviones USS Harry S. Truman, mientras que el Secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha advertido que la campaña será «implacable» hasta que los hutíes dejen de atacar barcos y drones.
Según CENTCOM, los ataques tienen como objetivo «defender los intereses estadounidenses, disuadir a los enemigos y restablecer la libertad de navegación». Sin embargo, los insurgentes han denunciado que los ataques han «tenido como blancos instalaciones y personas civiles», lo que consideran «crímenes de guerra».
En respuesta a los ataques de EE.UU., los hutíes lanzaron el domingo una operación militar dirigida contra el portaaviones USS Harry S. Truman y sus buques de guerra en el norte del mar Rojo, utilizando 18 misiles y drones. Según el portavoz de los insurgentes, Yehya Sarea, este ataque «hizo fracasar un nuevo ataque que el enemigo estadounidense preparaba contra el Yemen».
La escalada del conflicto en Yemen se produce en un momento de tensión regional, con Irán siendo acusado de apoyar a los hutíes. EE.UU. ha advertido a Irán que puede haber «acciones militares directas» contra sus intereses si no cesa su apoyo a los insurgentes.
Expertos en la región advierten que esta nueva fase del conflicto podría tener graves consecuencias humanitarias para la población civil de Yemen, que ya ha sufrido los estragos de una guerra que se prolonga desde hace años. Mientras tanto, ambas partes parecen estar decididas a continuar con sus acciones militares, lo que amenaza con agravar aún más la situación en el país.