El Presidente Gabriel Boric se pronunció sobre las recientes renuncias de la exministra de Defensa, Maya Fernández, y del exjefe de asesores de la Presidencia, Miguel Crispi. En una entrevista con radio Agricultura, el mandatario defendió públicamente a ambos exfuncionarios, desestimando las críticas en su contra.
Respecto a Crispi, Boric afirmó que «a Miguel Crispi se le ha acusado de muchísimas cosas, ninguna de ellas ha sido probada» y que el exasesor «hizo un muy buen trabajo» durante su gestión en La Moneda. En cuanto a Fernández, el Presidente negó cualquier irregularidad en el intento de compra de la vivienda de Salvador Allende, enfatizando que «acá no hubo intención de parte de nadie de algún enriquecimiento ilícito, de tratar de hacer un negocio, una pasada».
Boric recordó la figura histórica de Allende, destacando su rol como «expresidente constitucional que murió en La Moneda defendiendo la democracia». Subrayó que el legado de Allende es «una de las personalidades más respetadas en el mundo entero», aunque reconoció que sigue siendo «controvertida» en Chile.
Respaldo Presidencial Frente a las Críticas
La salida de Fernández del gabinete se produjo luego de que el Consejo de Monumentos Nacionales rechazara declarar la casa de Guardia Vieja como monumento histórico, paso previo para su compra por el Estado. Por su parte, la renuncia de Crispi ocurrió en medio de investigaciones parlamentarias y judiciales relacionadas con la fundación Democracia Viva, ligada a su círculo político.
Pese a estos escenarios, el Presidente evitó profundizar en detalles legales y reiteró su confianza en ambos excolaboradores. «Quiero decirlo muy claramente: acá no hubo intención de parte de nadie de algún enriquecimiento ilícito», enfatizó Boric, cerrando filas frente a las críticas.
Mantener la Confianza en el Gobierno
La defensa del Presidente Boric a sus exfuncionarios busca preservar la credibilidad y estabilidad de su Gobierno, en medio de cuestionamientos y renuncias. Al destacar la ausencia de pruebas contra Crispi y Fernández, y al resaltar el legado histórico de Allende, Boric intenta transmitir un mensaje de transparencia y continuidad en su administración.
Esta postura del mandatario refleja la importancia de mantener la confianza pública en las instituciones y en el liderazgo político, incluso cuando surgen controversias. La capacidad de Boric para navegar estos desafíos será clave para consolidar su proyecto de Gobierno y preservar la gobernabilidad en el país.
