Muchas personas subestiman el impacto que tiene la falta de sueño en nuestra salud. Sin embargo, un estudio publicado en The Journal of Immunology reveló que incluso 24 horas sin dormir pueden tener un efecto significativo en nuestro sistema inmune y generar un estado inflamatorio similar al de las personas con obesidad.
El estudio, liderado por la inmunóloga Fatema Al-Rashed, siguió a un grupo de voluntarios de diferentes edades e índices de masa corporal (IMC), excluyendo a aquellos con condiciones de salud preexistentes. Los hallazgos mostraron que las personas con obesidad tenían una peor calidad de sueño y mayores niveles de inflamación crónica.
El Papel de los Monocitos en la Inflamación
Los monocitos son un tipo de célula del sistema inmunológico que ayuda a defender el cuerpo contra infecciones y controlar la inflamación. En las personas con obesidad, el equilibrio entre los diferentes tipos de monocitos se desajusta, lo que mantiene al cuerpo en un estado de inflamación constante, incluso sin una infección presente.
«Varios estudios han demostrado que la elevación de monocitos no clásicos (NCM) se ha asociado con la progresión de enfermedades inflamatorias y es indicativa de una respuesta inflamatoria aumentada», explican los investigadores.
Cómo Afecta la Falta de Sueño
Uno de los hallazgos más interesantes del estudio fue que, sin importar el IMC, la mala calidad del sueño está claramente relacionada con un aumento de monocitos no clásicos en la sangre.
Para comprobarlo, los investigadores analizaron a un grupo de cinco personas con un IMC «delgado» después de privarles de sueño por 24 horas. Los resultados mostraron que, al igual que en las personas con obesidad, la falta de sueño aumentaba los niveles de monocitos no clásicos, lo que contribuye a un estado inflamatorio.
«Nuestros hallazgos sugieren que la falta de sueño puede exacerbar el estado inflamatorio asociado con la obesidad al alterar la distribución de subclases de monocitos, en particular el aumento de NCM, que se sabe que desempeña un papel en la inflamación».
Revertir los Efectos Negativos
Lo positivo es que estos efectos negativos son reversibles al recuperar una buena higiene de sueño. Después de la privación de sueño de 24 horas, los participantes volvieron a su rutina habitual, y los niveles de monocitos no clásicos se normalizaron.
En resumen, aunque la obesidad es un factor clave en la inflamación, la alteración del sueño por sí sola también contribuye a este problema de salud. Mantener una adecuada calidad de sueño es crucial para evitar estos efectos perjudiciales en nuestro sistema inmune.
