La Fiscalía ha iniciado el juicio por la muerte del carabinero Alex Salazar Rodríguez, subrayando que el acusado, Jhoyner Bonilla Brito, un ciudadano venezolano, utilizó su vehículo como un arma para atropellar a la víctima y otros tres uniformados durante un control policial en Concepción.
Según el fiscal Paolo Muñoz, Bonilla Brito condujo su auto con la clara intención de embestir y atropellar a los funcionarios, lesionando a cuatro de ellos en el proceso. La Defensoría Penal Pública, por su parte, ha planteado que su cliente solo quería huir del lugar debido a su condición de inmigrante ilegal y que fue su estado de ebriedad lo que le impidió controlar el vehículo.
Alegatos de Apertura y Solicitud de Pena Máxima
En la audiencia de apertura, los querellantes, en representación de la viuda del cabo Salazar y de la Delegación Presidencial, solicitaron que se condene al acusado por homicidio, argumentando que el suboficial mayor fue asesinado en acto de servicio.
Por su parte, la defensora pública Beatriz Beltrán planteó que Bonilla Brito solo quería irse del lugar debido a su condición de inmigrante ilegal y que fue su estado de ebriedad lo que le impidió controlar el vehículo.
Pruebas y Cargos Adicionales
Tanto la Fiscalía como los querellantes aseguran tener las pruebas necesarias para demostrar el dolo en la conducta de Jhoyner Bonilla Brito, quien además del presidio perpetuo simple o calificado por homicidio, arriesga otros 16 años de cárcel por tres cargos de maltrato de obra y manejo en estado de ebriedad.
El juicio se encuentra en curso, y las partes buscarán convencer a las juezas sobre sus respectivas tesis, mientras la familia del carabinero fallecido espera obtener justicia por la trágica pérdida de su ser querido.
