Gustavo Petro, el presidente de Colombia, ha solicitado al Congreso la legalización de la marihuana, argumentando que su prohibición ha fomentado la violencia en el país. Esta propuesta se enmarca en un enfoque innovador para abordar el complejo tema de las drogas en Colombia.
Actualmente, el cannabis solo está permitido en Colombia con fines medicinales, pero su uso recreativo sigue siendo ilegal. Petro considera que esta prohibición ha contribuido a la proliferación de la violencia relacionada con el narcotráfico. «Le solicito al congreso de Colombia legalizar la marihuana y sacar este cultivo de la violencia. La prohibición de la marihuana en Colombia solo trae violencia», escribió el mandatario en la red social X.
La Multinacionalización de las Mafias de la Cocaína
La caída de Namoussir Mounir, un enlace entre los carteles colombianos, mexicanos y los Balcanes, quien residía en Cartagena, evidencia el grado de internacionalización de las organizaciones criminales dedicadas al tráfico de cocaína. «Hoy existen carteles mucho más poderosos que en la época de Pablo Escobar»
, afirma Petro.
Según un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la producción de cocaína en Colombia aumentó un 53% en 2023, alcanzando las 2.600 toneladas anuales. Además, las autoridades colombianas incautaron 861,7 toneladas de cocaína en 2024, 115 toneladas más que en 2023.
Una Propuesta Integral para Abordar el Problema de las Drogas
Esta no es la primera vez que Petro se pronuncia sobre el tema de las drogas. En 2022, al inicio de su gobierno, propuso ampliar los permisos para el uso del cannabis. Además, el mandatario ha hecho un llamado a otros países para legalizar el uso de la hoja de coca, argumentando que «la cocaína no es peor que el whisky. Sólo es ilegal porque la hacen en América Latina».
La propuesta de Petro de legalizar la marihuana se enmarca en un enfoque más amplio para abordar el problema de las drogas en Colombia. Al sacar este cultivo de la ilegalidad, el gobierno busca reducir la violencia y el poder de las organizaciones criminales que se dedican al narcotráfico.
Esta medida podría tener un impacto significativo en la seguridad del país y en la forma en que se aborda el problema de las drogas a nivel regional. Será interesante ver cómo el Congreso colombiano responde a esta propuesta y si se logra avanzar hacia una solución más efectiva y sostenible.
