En una medida sin precedentes, el Gobierno de Estados Unidos ha designado oficialmente a seis carteles del narcotráfico mexicanos, la banda venezolana del Tren de Aragua y la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13) como organizaciones terroristas extranjeras. Esta decisión, tomada por el Secretario de Estado Marco Rubio, entra en vigor este jueves y otorga a las autoridades estadounidenses nuevas herramientas legales para enfrentar a estos grupos criminales.
Entre los carteles mexicanos incluidos en la lista se encuentran el Cartel de Sinaloa, el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cartel del Noreste, el Cartel del Golfo, la Nueva Familia Michoacana y los Carteles Unidos. Estas organizaciones, que han sembrado el terror y la violencia en México durante décadas, ahora serán objeto de sanciones y acciones más contundentes por parte de Estados Unidos.
La designación como grupos terroristas también alcanza al Tren de Aragua, una peligrosa banda criminal venezolana que ha expandido sus tentáculos por varios países de Sudamérica, y a la Mara Salvatrucha (MS-13), una pandilla con orígenes en El Salvador que opera en Centroamérica y ha logrado establecer una presencia en territorio estadounidense.
Esta medida se enmarca en la orden ejecutiva firmada por el expresidente Donald Trump en 2021, que buscaba declarar a los carteles del narcotráfico como organizaciones terroristas. Ahora, bajo la administración del presidente Marco Rubio, se ha concretado esta designación, lo que abre la puerta a una mayor cooperación internacional y a la aplicación de sanciones más severas contra estos grupos.
Sin embargo, la decisión no ha estado exenta de controversia, pues México se ha opuesto históricamente a que Estados Unidos considere a los carteles como terroristas, temiendo que esto pueda derivar en una intervención militar unilateral en su territorio. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha rechazado las acusaciones de Trump sobre la supuesta complicidad del Gobierno con el narcotráfico, y ha asegurado que los drones espía estadounidenses vuelan en México con el consentimiento de su administración.
Más allá de las tensiones diplomáticas, esta designación representa un giro significativo en la lucha contra el crimen organizado transnacional. Las autoridades estadounidenses ahora cuentan con nuevas herramientas legales y financieras para desmantelar las redes de estos grupos, incluyendo el congelamiento de activos, la prohibición de transacciones y la posibilidad de enjuiciar a sus miembros por delitos de terrorismo.
La inclusión del Tren de Aragua y la MS-13 en esta lista también podría tener implicaciones en el flujo migratorio hacia Estados Unidos, ya que estas organizaciones se dedican al tráfico de personas en la frontera. Esto podría endurecer aún más las políticas de inmigración y seguridad fronteriza en el país.
En resumen, la designación de estos grupos criminales como organizaciones terroristas extranjeras representa un giro trascendental en la lucha global contra el narcotráfico, el crimen organizado y la violencia que han azotado a México, Centroamérica y Sudamérica durante décadas. Sin embargo, también plantea nuevos desafíos diplomáticos y de seguridad que deberán ser abordados con cautela y cooperación entre los países involucrados.