En medio de una temporada de incendios forestales cada vez más devastadora, diversos gremios del sector forestal han levantado la voz para criticar duramente el proyecto de ley impulsado por el Gobierno. Según ellos, la nueva Ley de Prevención y Mitigación de Incendios Forestales adolece de dos aspectos clave: la falta de medidas preventivas y la ausencia de herramientas para sancionar a los responsables de iniciar estos siniestros de manera intencional.
Prevención y Sanción, Piezas Clave Ausentes
René Muñoz, de la Asociación de Contratistas Forestales, señala que es fundamental que la nueva ley otorgue facultades al Ministerio Público, Carabineros y la PDI para investigar y sancionar a quienes provocan incendios forestales de manera deliberada. Esto es especialmente relevante considerando que más de la mitad de estos siniestros (53%) son de origen intencional.
Por su parte, Simón Berti, presidente del Colegio de Ingenieros Forestales, enfatiza la necesidad de que la normativa incluya medidas preventivas concretas, como patrullajes militares, algo que actualmente no contempla el proyecto de ley. Según Berti, esta ausencia de acciones preventivas es preocupante y debe ser abordada urgentemente.
Pugna Política Estanca la Solución
Más allá de las críticas de los gremios, el senador Enrique van Rysselberghe revela que la discusión sobre la ley de incendios forestales en el Congreso se encuentra paralizada. Esto se debe a una pugna entre el Ejecutivo y los parlamentarios de izquierda, quienes han presentado una propuesta alternativa.
Lamentablemente, a pesar de que los gremios han sido escuchados en el Parlamento, ninguna de sus sugerencias ha sido incorporada hasta el momento en el proyecto de ley del Gobierno. Esto deja en evidencia la necesidad de un diálogo más constructivo y una voluntad política para alcanzar una solución integral que aborde los principales desafíos en la lucha contra los incendios forestales.
Hacia una Ley Efectiva y Comprehensiva
Para los expertos, la nueva ley debe ser una herramienta eficaz que permita prevenir los incendios forestales, investigar y sancionar a los responsables, y coordinar una respuesta integral ante estos devastadores siniestros. Solo así se podrá hacer frente a una problemática que amenaza cada vez más los ecosistemas y las comunidades afectadas.
La urgencia de una solución legislativa es evidente, y el tiempo apremia. Será crucial que el Gobierno y el Congreso logren superar sus diferencias y trabajen de manera conjunta para aprobar una ley que realmente proteja los bosques y a quienes dependen de ellos.