Las mantas pesadas se han convertido en una herramienta cada vez más popular para mejorar el bienestar físico y emocional. Diseñadas para aplicar una presión suave y uniforme sobre el cuerpo, estas mantas imitan la sensación de un abrazo reconfortante, activando el sistema nervioso parasimpático responsable de la relajación.
Según la psicóloga Luciana Moretti, esta presión profunda puede incrementar los niveles de melatonina, la hormona del sueño, facilitando la transición hacia un descanso más profundo. Además, su uso se ha asociado a la reducción de los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y al aumento de serotonina, que favorece la calma y mejora el estado de ánimo.
Mantas Pesadas: Una Alternativa Terapéutica para la Ansiedad
En Chile, casi un cuarto de la población presenta síntomas de ansiedad, según un estudio de la ACHS y la Pontificia Universidad Católica. En este contexto, las mantas pesadas surgen como una alternativa terapéutica para aliviar el estrés.
Estas propiedades también impactan positivamente en la vida diaria, disminuyendo la fatiga y mejorando la capacidad de concentración.
Consideraciones Importantes para su Uso
Aunque los niños también pueden utilizar mantas pesadas, es importante seguir ciertas precauciones. Moretti recomienda su uso a partir de los tres años y que el peso de la manta no supere el 10% del peso corporal del niño. Si el menor tiene un diagnóstico específico, se sugiere consultar a un pediatra antes de incorporar esta herramienta.
Para los adultos, la adaptación a una manta pesada puede variar según la persona. Los expertos sugieren usarla también en actividades cotidianas como leer o ver televisión antes de dormir, lo que ayuda al cuerpo a relajarse y prepararse para el descanso nocturno.
Además, es clave elegir la manta adecuada para maximizar sus beneficios. Al igual que en los niños, esta debe equivaler al 10% del peso corporal del usuario. Por ejemplo, una persona que pese 70 kg debería optar por una manta de 7 kg.
Más allá de las Mantas Pesadas: Optimizando el Descanso
Si bien las mantas pesadas pueden ser una herramienta eficaz, los especialistas recalcan que no sustituyen la importancia de mantener una buena higiene del sueño. Para optimizar el descanso, recomiendan un ambiente tranquilo, con pocos estímulos, temperatura adecuada y reducción del ruido.
En resumen, las mantas pesadas ofrecen una sensación de seguridad y calma que puede ayudar a apaciguar el sistema nervioso autónomo, reducir la ansiedad y mejorar la calidad del sueño. Sin embargo, su uso debe ir acompañado de otras prácticas saludables para garantizar un descanso reparador y equilibrado.
