Un devastador terremoto de magnitud 6.8 sacudió la remota región del Tíbet en China, dejando al menos 9 personas fallecidas y daños significativos en la zona. El sismo, cuyo epicentro se localizó a 10 kilómetros de profundidad, se produjo a las 9:05 hora local (1:05 GMT) en el condado de Tingri, perteneciente a la prefectura tibetana de Xigaze.
Según los informes de los medios estatales chinos, el condado de Tingri cuenta con una baja densidad de población, de apenas 4.2 personas por kilómetro cuadrado, lo que ha evitado que el número de víctimas sea aún mayor. Sin embargo, las autoridades han activado una respuesta de emergencia de nivel 3 para atender a los afectados y evaluar los daños en la zona.
Una región propensa a los sismos
La región del Tíbet y otras zonas del oeste de China son frecuentemente escenario de terremotos, debido a su cercanía al punto de fricción entre la placa tectónica asiática y la placa india. Estos movimientos telúricos, a menudo, se producen en áreas prácticamente deshabitadas, lo que reduce el impacto en términos de vidas humanas.
Tíbet y otras zonas del oeste de China son frecuente escenario de terremotos, por la cercanía del punto de fricción de la placa tectónica asiática con la India, pero debido a la baja densidad de población en la zona, en muchas ocasiones los sismos se producen en áreas prácticamente deshabitadas.
Respuesta de emergencia y evaluación de daños
Tras el terremoto, el Consejo de Estado de China y el Departamento de Gestión de Emergencias han activado una respuesta de emergencia de nivel 3 para coordinar los esfuerzos de rescate y atención a los afectados. Las autoridades se encuentran evaluando la magnitud de los daños y brindando asistencia a las comunidades impactadas por este devastador sismo.
La región del Tíbet, con su paisaje montañoso y accidentado, representa un desafío adicional para las labores de rescate y reconstrucción. Sin embargo, los equipos de emergencia están trabajando arduamente para brindar ayuda a los habitantes de esta remota y vulnerable zona.
A pesar de los esfuerzos, la baja densidad de población en el área ha evitado que el número de víctimas sea aún mayor. No obstante, las autoridades chinas continúan monitoreando la situación y desplegando recursos para atender a los afectados y evaluar los daños causados por este devastador terremoto.
