La cárcel de Valdivia se ha convertido en un desafío creciente para las autoridades penitenciarias de la región de Los Ríos. Según datos de Gendarmería, el 70% de los presos que se encuentran recluidos en este recinto provienen de otras regiones del país, lo que ha generado un aumento en los hechos de violencia, el ingreso de drogas y otros elementos prohibidos.
El capitán Juan Campos, jefe operativo regional subrogante de Gendarmería, reconoce que el penal de Valdivia ha recibido a internos con mal comportamiento provenientes de otras cárceles del país. Esto ha desencadenado un incremento en delitos de mayor connotación, principalmente relacionados con drogas y armas.
Estrategias de Seguridad y Reinserción
Para hacer frente a esta problemática, Gendarmería ha implementado una serie de medidas de seguridad, como el uso de drones y la realización de investigaciones conjuntas con la Fiscalía y la PDI. En el último año, se han llevado a cabo 198 procedimientos, incautando 50 kilos de drogas y más de mil armas blancas.
Además, la reciente apertura del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Río Bueno ha permitido reubicar a 25 internos con buena conducta, con el objetivo de promover su reinserción social. Según Campos, este nuevo centro se enfoca en ofrecer oportunidades de capacitación y trabajo a los reclusos, buscando reducir la reincidencia y facilitar su reintegración a la sociedad.
Desafíos Pendientes
A pesar de estos esfuerzos, las autoridades reconocen que aún queda mucho por hacer para mejorar la seguridad y reinserción en la cárcel de Valdivia. Hacemos todos nuestros esfuerzos para disminuir la criminalidad dentro del penal, afirma el capitán Campos, quien subraya la necesidad de continuar trabajando en estrategias integrales que aborden tanto la prevención como la rehabilitación de los internos.
El desafío de la cárcel de Valdivia refleja la complejidad del sistema penitenciario chileno, donde la sobrepoblación, la llegada de presos peligrosos y la falta de recursos para programas de reinserción, son algunos de los principales obstáculos a superar. Sin embargo, las autoridades se mantienen comprometidas en mejorar las condiciones y ofrecer oportunidades a los reclusos, con el objetivo de reducir la violencia y fomentar su reintegración a la sociedad.