Cuando una persona enfrenta la dolorosa pérdida de un ser querido, lo último que necesita es enfrentar ataques crueles e inhumanos. Sin embargo, eso fue precisamente lo que le ocurrió a la actriz Catalina Pulido tras el fallecimiento de su hijo mayor, Sasha Von Knorring.
A través de sus redes sociales, Pulido compartió un comentario ofensivo que una mujer, quien se describía como «animadora de eventos y microempresaria», le había lanzado a su hijo. La mujer escribió: «No le importa ni una, si el hijo valía caca» (sic). Lejos de quedarse callada, Pulido respondió con firmeza, advirtiendo a la atacante sobre las consecuencias de su crueldad.
En su mensaje, la actriz explicó que, aunque no le gustan las «funas» (exposiciones públicas), se sintió obligada a defender a su hijo, quien ya no podía hacerlo por sí mismo. Pulido sugirió a quienes consideren contratar los servicios de la mujer que piensen en su actitud cruel y cobarde, pues podría tener un impacto en su negocio.
La trágica historia detrás de este incidente es que Sasha, de 28 años, falleció el 30 de octubre después de estar hospitalizado por más de dos semanas en la Clínica Dávila debido a la gravedad de su estado de salud, llegando a estar en coma inducido. A pesar de los esfuerzos médicos, lamentablemente no lograron salvarle la vida.
Un mes después de la muerte de Sasha, Pulido compartió un emotivo mensaje en sus redes sociales, donde reveló que aún no ha sido capaz de leer el libro de condolencias ni las tarjetas de flores que llegaron a la iglesia. La actriz agradeció a todos los que le han enviado mensajes y apoyo, pero explicó que aún no tiene la fortaleza para responder, pues sigue ocupando toda su energía en sobrevivir al dolor de la pérdida de su hijo.
La reacción de Catalina Pulido ante este cruel ataque a su hijo fallecido ha conmovido a miles de personas, quienes han aplaudido su valentía y su determinación por defender la memoria de Sasha. Su mensaje es un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, es importante mantener la dignidad y la compasión, y no permitir que la crueldad de otros opaque el recuerdo de nuestros seres queridos.
