En una escalada de la violencia en Siria, los ejércitos de Siria y Rusia han lanzado una feroz ofensiva aérea sobre la ciudad de Alepo, en respuesta al reciente avance de los grupos rebeldes y yihadistas en la región. Según informes del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), los ataques aéreos se han centrado principalmente en el barrio de Al Furqan, por donde los insurgentes han logrado acceder a la ciudad.
Alepo, la segunda ciudad más poblada de Siria, ha sido escenario de intensos combates en los últimos días. Tras cuatro días de enfrentamientos, los grupos rebeldes apoyados por Turquía, como el Organismo de Liberación del Levante, lograron tomar el control de gran parte de la urbe. Sin embargo, esta victoria ha sido efímera, ya que el gobierno de Bashar al-Assad y sus aliados rusos han respondido con una contundente campaña de bombardeos aéreos.
Según las fuentes militares citadas por Reuters, los ataques aéreos también han tenido como objetivo ciudades y pueblos cercanos que habían sido tomados por los rebeldes en su avance hacia Alepo. El OSDH afirma que estos son los primeros bombardeos en Alepo desde 2016, cuando las fuerzas leales a Assad recuperaron el control de la ciudad con el apoyo de Rusia y milicias iraníes.
Un Saldo Devastador
Los combates entre las fuerzas gubernamentales y los grupos rebeldes han dejado un saldo devastador. Según el OSDH, al menos 311 personas han muerto desde el inicio de la ofensiva rebelde el 27 de noviembre. De estos, 183 eran combatientes islamistas y de facciones pro-turcas, mientras que 100 eran soldados del Ejército sirio y milicias pro-iraníes aliadas de Damasco. Lamentablemente, también se han reportado 28 víctimas civiles, tanto en Alepo como en la vecina provincia de Idlib.
La operación militar coincidió con la entrada en vigor de un frágil alto el fuego entre Israel y el movimiento libanés Hezbolá en el vecino Líbano, luego de dos meses de guerra abierta entre ambas partes.
Futuro Incierto para Alepo
La situación en Alepo sigue siendo extremadamente volátil, con las fuerzas gubernamentales y los rebeldes librando una batalla encarnizada por el control de la ciudad. El gobernador de la provincia y las tropas sirias se han retirado del centro de Alepo, huyendo hacia la zona de Al Safira, al este de la ciudad. Esto sugiere que el gobierno de Assad podría estar perdiendo el control de la segunda ciudad más importante de Siria.
A medida que los combates continúan, el futuro de Alepo permanece incierto. La población civil se encuentra atrapada en medio de esta espiral de violencia, sufriendo las consecuencias de una guerra que parece no tener fin. La comunidad internacional deberá redoblar sus esfuerzos para encontrar una solución diplomática que ponga fin a este conflicto y brinde alivio a los civiles que han soportado años de sufrimiento.