Ley Karin: El Desafío de Construir Relaciones Laborales Respetuosas
La entrada en vigencia de la Ley Karin ha generado una serie de expectativas y preocupaciones en el ámbito laboral. María Cristina Fernández, abogada del área laboral de KPMG, analiza en profundidad los principales aspectos de esta nueva legislación y cómo las empresas deben adaptarse para fomentar un ambiente de trabajo más empático y digno.
Un Nuevo Enfoque en la Prevención del Acoso Laboral
Según Fernández, la Ley Karin introduce un concepto más amplio de acoso laboral, donde la ocurrencia de una conducta es suficiente para que se pueda configurar, sin necesidad de un hostigamiento reiterado. Esto, sin duda, representa un desafío para las organizaciones, que deberán establecer protocolos de prevención y marcos claros sobre lo que se considera violencia o acoso en el trabajo.
Impacto en las Relaciones Interpersonales
La abogada advierte que la Ley Karin tendrá un impacto significativo en las relaciones interpersonales dentro de las empresas. Señala que probablemente a alguien a lo mejor le molesta que le digan algún sobrenombre, pero tampoco lo dice. Pero el que dice el sobrenombre no tiene como saber que le molesta. Esto requerirá una mayor empatía y cuidado en el trato entre compañeros, superiores y subordinados.
Desafíos en la Implementación
Fernández advierte que, en un principio, la Ley Karin generará un aumento en las denuncias y conflictividad dentro de las empresas, ya que esos conflictos que están latentes y de los que nadie habla, probablemente se van a llevar ahora al espacio de trabajo. Sin embargo, confía en que con el tiempo, las relaciones laborales se irán regulando y las partes aprenderán a resolver los conflictos de manera más constructiva.
El Rol Clave de los Empleadores
La abogada recalca que los empleadores tienen la obligación de contar con procedimientos de prevención y sanción del acoso laboral. Esto implicará un proceso de cambio cultural y de gestión del cambio dentro de las organizaciones, lo cual va a ser lo más complejo. Sin embargo, Fernández considera que este desafío es necesario para construir relaciones laborales más respetuosas y dignas.
Conclusión: Hacia una Cultura Laboral más Empática
En resumen, la entrada en vigor de la Ley Karin representa una oportunidad para que las empresas y los trabajadores reflexionen sobre sus comportamientos y construyan entornos de trabajo más empáticos y respetuosos. Si bien el proceso de adaptación puede ser complejo, el foco en la prevención y la dignificación del trato laboral es un paso fundamental para mejorar la calidad de vida de los trabajadores.
