Cárceles Blindadas: Cómo los Inhibidores de Señal Están Cortando la Comunicación Ilegal en Prisiones
En un esfuerzo por combatir la comunicación ilegal entre reclusos y el exterior, las autoridades chilenas han implementado una tecnología de inhibidores de señal en las cárceles del país. Y los resultados son impresionantes: en solo 3 meses de funcionamiento, estos dispositivos han bloqueado 11.900 celulares, 15.100 chips y más de 1.000 módems WiFi.
Desenmascarando la Comunicación Ilegal en Prisiones
Anteriormente, se había acusado a estos inhibidores de señal de funcionar solo durante el horario de almuerzo, lo que permitía a los reclusos comunicarse de manera intermitente. Sin embargo, tras una investigación de la Contraloría, Gendarmería ha demostrado que el sistema opera las 24 horas del día, bloqueando de manera efectiva cualquier intento de comunicación ilegal.
Tecnología Avanzada para una Seguridad Penitenciaria Reforzada
Estos inhibidores de señal no solo bloquean las llamadas y el uso de datos, sino que también detectan y bloquean módems WiFi que puedan ser utilizados para acceder a internet de manera ilegal. Además, la tecnología permite efectuar bloqueos selectivos y generar listas blancas para garantizar la comunicación de los funcionarios de Gendarmería.
Resultados Contundentes y Nuevas Estrategias
Según los datos proporcionados por Gendarmería, el sistema de inhibidores de señal ha sido altamente eficiente, y la institución ya está trabajando en nuevas estrategias para mejorar aún más su efectividad. Algunas de estas estrategias incluyen automatizar los procesos de bloqueo, incorporar equipos para aumentar la detección de WiFi e incluso utilizar drones para detectar celulares.
Conclusión: Hacia una Seguridad Penitenciaria Más Sólida
La implementación de estos inhibidores de señal en las cárceles chilenas ha demostrado ser una herramienta valiosa en la lucha contra la comunicación ilegal entre reclusos y el exterior. Con resultados contundentes y la constante mejora de la tecnología, las autoridades están dando pasos firmes hacia una seguridad penitenciaria más sólida y efectiva.
Estas innovaciones en el sistema carcelario chileno son un claro ejemplo de cómo la tecnología puede ser utilizada para mejorar la seguridad y el control en las prisiones, beneficiando tanto a los reclusos como a la sociedad en general.
