Apostar a un evento deportivo es algo habitual en nuestra sociedad, muy extendido en esta era gracias a la tecnología y a internet. Pocos amantes de los pronósticos conocen la verdadera historia de las primeras previsiones, aquellas que iniciaron el camino de lo que vendría después con todo tipo de disciplinas y la migración a las pantallas. Desde las carreras de atletas hasta las partidas de deportes electrónicos, pasando por las batallas de gladiadores, la importancia del fútbol o la consolidación de internet hace dos décadas. A continuación, pondremos el foco en el origen de este fenómeno tan popular, que cuenta con una importante legión de seguidores y permite determinar aquello que sucederá en cualquier acontecimiento.

¿Quién inventó las apuestas?

Actualmente, desde cualquier lugar y en el momento que sea, un usuario a través de un dispositivo inteligente puede lanzar una predicción de un torneo. Es más, la oferta se ha ampliado hasta tal punto que uno tiene opción de aprovechar los bonos para apuestas OddsChecker o seguir en directo la sucesión de acontecimientos de un evento concreto. Las posibilidades son muchas, algo que hace siglos era mucho más limitado en cuanto a tiempo, espacio y al hecho de lanzar previsiones.

Aunque hay historiadores que apuntan a que los primeros pronósticos se dieron en la Antigua China, se tiene constancia a través de diferentes pruebas que surgieron de la civilización griega hace más de 2.000 años. Muy avanzados a su época, realizaban predicciones sobre los resultados de sus atletas. Cabe recordar que son los creadores de las Olimpiadas, donde se enfrentaban diferentes especialistas entre sí para rendir homenaje a los dioses, y su disciplina favorita era el atletismo, siendo esta la que causaba más interés.

Siglos más tarde, también llegaron a la Antigua Roma, donde les dotaron de un componente de negocio que antes no tenían. Así pues, eran habituales de los circos y coliseos romanos, donde los juegos más populares giraban en torno a los gladiadores, con luchas entre ellos o contra animales salvajes. Pero no todo tenía ese punto tan violento, pues también había carreras de cuadrigas, que despertaban gran interés entre el público y fueron un preludio de todo lo que vendría después.

El nacimiento de las previsiones modernas

Las apuestas han ido superando etapas hasta la actualidad. Las predicciones modernas que hoy en día podemos encontrar tienen como lugar de nacimiento Gran Bretaña. A mediados del siglo XVIII se empezaron a poner de moda las carreras de caballos y de galgos, todavía muy populares en las islas británicas, y establecieron un sistema de previsiones que aún se mantiene. La sencillez fue uno de sus rasgos característicos y rápidamente incorporaron el fútbol cuando este daba sus primeros pasos como entretenimiento deportivo.

Poco a poco, las apuestas fueron llegando a todos los rincones del mundo, incluido a los Estados Unidos, consolidándose en todo el mercado americano y abriendo los focos de interés a otros deportes menos habituales en el viejo continente como el fútbol americano, el hockey sobre hielo o el boxeo. El método de apuesta y la tipología de mercados ya se asemejaban mucho a lo que en la actualidad se puede encontrar, pero seguía requiriendo de un desplazamiento físico hacia los locales especializados para registrar aquello que se pensaba que iba a ocurrir.

La verdadera revolución llegó a finales del siglo XX y principios del XXI, con las apuestas deportivas online, permitiendo a cualquier usuario con internet y una computadora realizar pronósticos de todo tipo con un solo clic. Esto produjo una expansión nunca vista en el sector, ampliando mucho la oferta y la demanda y consolidándose como una de las industrias que más han crecido en los últimos tiempos. Ahora, ya están disponibles desde cualquier dispositivo inteligente, pasando por el celular o la tableta, por ejemplo.

Novedades brindadas por la digitalización

¿Cómo han cambiado las apuestas actuales respecto al pasado? Una de las evidencias que uno puede observar a simple vista es el amplio abanico de mercados que se contemplan. Antes era habitual elegir quién salía ganador de un encuentro, combate o carrera, y poco más. Ahora hay un sinfín de posibilidades, desde las más simples hasta las más complejas, como los hándicaps o las dobles oportunidades. Además, se abre la puerta al jugador a crear sus propias propuestas en caso de que no se sugieran directamente en la plataforma.

Si las opciones por parte de los usuarios son mayores, también lo es el número de deportes. Ya no se limita a las carreras de caballos o partidos de fútbol. En este momento, no hay disciplina que despierte cierta expectación que no se contemple, ya estemos hablando de dardos, deportes electrónicos o curling. A su vez, hay una infinidad de torneos y eventos, siendo las finales y los más mediáticos los que acaparan toda la atención, pero dando visibilidad a aquellos más minoritarios y con un público menos amplio y más segmentado.

La digitalización ha brindado opciones totalmente normalizadas a estas alturas que hace algunos años no se contemplaban en absoluto. Una de ellas son las apuestas especiales, que ponen el foco en las estrellas protagonistas de una de las citas o hacen referencia a un suceso concreto que puede ser determinante y noticioso. También están los pronósticos en vivo, que permiten seguir en tiempo real lo que está sucediendo en el evento y pronosticar aquello que va a ocurrir en los próximos minutos: gol, punto, expulsión, amonestación o cualquier otro detalle.