Demócratas en medio de la incertidumbre
Duras críticas ha recibido Demócratas, luego de conocerse el documento donde entregó su apoyo al Partido Comunista para que pueda presidir la Cámara de Diputados. Una intensa jornada se ha vivido en la Cámara Baja en medio de los intentos del oficialismo por consolidar el acuerdo administrativo que busca definir las alianzas para competir por llegar a la testera de la corporación.
La postura del Partido Comunista
El Partido Comunista, junto con la Federación Regionalista Verde Social y de Acción Humanista, han salido a compartir públicamente el documento, asegurando que darán su brazo a torcer. Enfatizan que van a ir sí o sí por la Presidencia de la Cámara y que no habrá gestos de generosidad, como por ejemplo pasarle la presidencia a otro partido, buscar un candidato de consenso o postergar la opción del Partido Comunista.
La incertidumbre de Demócratas
Por su parte, Demócratas no ha decidido si se quedará con el oficialismo o se irá a la oposición. La diputada Karol Cariola del Partido Comunista ha señalado que dan por hecho de que Demócratas no seguirá en el acuerdo administrativo oficialista y apunta a una reconfiguración de táctica para llegar a la mesa de la corporación.
Críticas y acusaciones
Tras revelarse el documento, se han generado una serie de críticas en contra de Demócratas, tachándolos de «transfuguismo político». El jefe de bancada de los diputados de la Democracia Cristiana, Eric Aedo, ha acusado a sus excompañeros de colectividad de «subirse a un barco pirata».
El portazo de PDG
El diputado del Partido de la Gente, Rubén Oyarzo, ha dado un portazo a las negociaciones por la mesa de la Cámara, emplazando al ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde. El diputado oficialista Félix González lamenta que el Gobierno y el Partido Comunista no entiendan que necesitan los votos del PDG.
El futuro de la presidencia de la Cámara
El Partido de la Gente tiene un ofrecimiento de la oposición para que puedan integrar dos vicepresidencias en los turnos de mesas directivas que vienen. Con este escenario, el Partido Comunista y el oficialismo ven más complicado y más lejos la posibilidad de retener la testera de la corporación.