Los peligros de abrir los ojos bajo el agua
Las piscinas y la playa son lugares muy populares durante el verano, pero abrir los ojos bajo el agua puede ser más peligroso de lo que crees. Aunque algunas personas piensan que no les pasa nada, la verdad es que esta práctica puede tener graves consecuencias para la salud ocular.
Las piscinas, en particular, contienen altas concentraciones de cloro y otros químicos para mantener el agua limpia. Según la Dra. Muriel Schornack, experta ocular de Mayo Clinic, el cloro es un desinfectante poderoso que daña las capas celulares externas que protegen la córnea. Abrir los ojos bajo el agua de manera prolongada puede causar daños temporales, como irritación, enrojecimiento, sensibilidad a la luz, visión borrosa y molestias oculares.
En el caso del agua de mar, la situación no es muy diferente. Las bacterias presentes en el agua pueden infectar un ojo irritado, lo que puede llevar a una infección grave conocida como úlcera corneal. Esta llaga abierta en la córnea causa un intenso dolor y, si no se trata adecuadamente, puede incluso provocar ceguera.
Protege tus ojos en piscinas y el mar
Para evitar estos riesgos, es importante tomar precauciones al nadar. Siempre es recomendable utilizar gafas de natación o lentes especiales para el agua, que protejan tus ojos de los químicos y bacterias presentes en el agua. Además, evita abrir los ojos bajo el agua de manera prolongada y enjuágalos con agua dulce después de nadar para eliminar cualquier residuo.
Recuerda que tus ojos son órganos delicados y debes cuidarlos adecuadamente. No arriesgues tu visión por una práctica que puede tener consecuencias graves. Protege tus ojos y disfruta de la natación de manera segura.
