¿Cómo enfrentar el estrés de fin de año?
Con la llegada de fin de año, las celebraciones y el cansancio acumulado del año, el cuerpo y la mente se resienten, lo que puede desencadenar un deterioro en la salud mental y un aumento del estrés. Por lo mismo, una de las grandes preguntas que muchos pudieran estar haciéndose es: ¿Cómo lidiar con el agotamiento mental y físico de fin de año?
María Carolina Carrera, directora de la Clínica de Atención Psicológica (CAPSI) de la Universidad Andrés Bello, compartió valiosas estrategias para enfrentarlo de manera efectiva. Según la profesional, todos vivimos con un nivel adecuado de estrés como respuesta natural a estar preparados o alertas ante ciertos estímulos. El problema surge cuando estos niveles nos sobrepasan e interfieren en nuestras rutinas diarias.
Factores estresores de fin de año
Entre las causas que desencadenan cuadros de estrés, María Carolina Herrera señaló que la época de fin de año trae consigo muchos factores estresores. El cierre de año en los trabajos y el aumento de las cargas laborales influyen mucho en la aparición de cuadros de estrés. Además, están los cierres académicos con actividades asociadas, paseos de curso, el balance del año que se va, las expectativas por el que viene y el sobreendeudamiento, que son factores adicionales.
Síntomas físicos a los que debemos estar alerta
María Carolina Carrera también mencionó algunos síntomas físicos a los que debemos prestar atención, como alteraciones del sueño, cambios en el apetito, dolor sostenido y sistemático de cabeza y cuerpo, irritabilidad, taquicardia, pérdida de memoria, reactividad de la piel (urticaria, rosácea, etc.), falta de energía o concentración y disfunciones sexuales. Cuando estos síntomas no son controlables, sobrepasan los recursos propios y no hay causa orgánica aparente, es necesario que la persona solicite consulta médica o psiquiátrica.
Estrategias para enfrentar el estrés de fin de año
Para enfrentar el estrés de fin de año de manera efectiva, es importante bajar las expectativas y niveles de exigencia. Situar la Navidad no como un momento de endeudamiento, sino como un momento de compartir. Además, es vital mantener una rutina diaria, llevar una alimentación saludable, darse espacios de ocio durante la rutina y hacer actividades al aire libre. Estas acciones contribuirán a evitar episodios de estrés y a terminar el año de la manera más saludable posible.