Salud Mental: 6 maneras efectivas de proteger tu memoria y preservarla
La salud mental es importante en cada una de las etapas de nuestras vidas, pero principalmente en la vejez. Ese período intrínseco de la vida humana se presenta con dificultades que típicas como el desafío de enfermedades y el temido declive cognitivo. Es esta última preocupación la que inquieta a muchos: el miedo a perder la agudeza mental, en especial la memoria, a medida que avanzan en edad.
La idea de ver mermadas las capacidades cognitivas con el pasar de los años es una preocupación comprensible. La memoria, en particular, representa una de las facultades más preciadas, siendo el pilar de nuestra identidad y experiencia. Sin embargo, es crucial reconocer que el envejecimiento no dicta necesariamente una disminución inevitable de la memoria. Con el cuidado adecuado, el estímulo mental y un estilo de vida saludable, se pueden preservar y hasta mejorar las funciones cognitivas, desafiando así la noción convencional del deterioro asociado con la vejez.
1. Prestar Atención
Uno de los consejos para proteger nuestra salud mental en la vejez, y por ende la memoria, es prestar atención. El experto, en su enfoque, la olvidada sensación de un nombre recién conocido no necesariamente denota un deterioro cognitivo, sino más bien una falta de atención inicial. Según él, una estrategia clave para mejorar este proceso es asociar la información con una imagen visual al aprenderla. Esta técnica no solo refuerza la retención de datos, sino que también proporciona una herramienta efectiva para consolidar la memoria, desafiando así la idea convencional de que olvidar rápidamente un nombre se traduce automáticamente en un problema de memoria irreversible.
2. Desafíos con la memoria
El doctor Restak, reconocido por su enfoque innovador en el fortalecimiento de la memoria, destaca la importancia de integrar desafíos cognitivos en la vida diaria. Propone estrategias prácticas, como redactar la lista de compras y tratar de recordarla en el supermercado, en lugar de consultarla. Además, sugiere ejercicios como conducir sin depender del GPS, confiando en la memoria para seguir rutas habituales. Estos ejercicios no solo estimulan la memoria, sino que también promueven la concentración y la capacidad de recuperación mental, desafiando así la tendencia a depender de dispositivos externos y fomentando la agilidad cognitiva en situaciones cotidianas.
3. Jugar juegos
En pos de proteger nuestra salud mental, es aconsejable dar espacio a los juegos, en especial aquellos que desafían nuestra mente como el ajedrez, juegos de preguntas o que impliquen un desafío mental. Es una manera de ejercitar y mejorar la capacidad cognitiva con el paso del tiempo.
4. Leer novelas
El especialista también aconseja leer novelas. Estos escritos, según afirma, requieren un compromiso especial con la lectura. Eso es beneficioso para resguardar la salud mental, pues la ficción pone a prueba la imaginación.
5. Evitar el exceso de celular
El doctor Restak identifica tres nuevos desafíos para la memoria, donde dos se entrelazan con la tecnología. El primero, la ‘distorsión tecnológica’, implica depositar en el teléfono todo aquello que desconocemos, debilitando así nuestras habilidades mentales al no esforzarnos por recordar. Por otro lado, señala que la tecnología nos ‘desvía’, fragmentando nuestra atención y dificultando la concentración en tareas presentes, esencial para la formación de recuerdos. La capacidad de estar plenamente presentes se ve afectada por la constante distracción digital que impide codificar de manera efectiva la información en la memoria.
6. Buscar un profesional de la salud mental
Especialistas en salud mental son cruciales en esta etapa de la vida. El neurólogo explica cómo el estado de ánimo influye en la recuperación de recuerdos, evidenciando que períodos de tristeza o depresión tienden a favorecer la evocación de experiencias igualmente melancólicas. En este sentido, sugiere que el tratamiento efectivo de la depresión, ya sea a través de terapia farmacológica o psicoterapia, podría desempeñar un papel fundamental en la restauración de la memoria en pacientes afectados por esta condición, ofreciendo una vía potencial para mejorar la función cognitiva al abordar el componente emocional asociado.