Un adiós lleno de emociones
Este jueves sin duda se vivió uno de los capítulos más emotivos de Gran Hermano con la despedida de las tres finalistas a la icónica casa-estudio. A más de 5 meses del comienzo del programa, Scarlette Gálvez, Cony Capelli y Jennifer Galvarini dijeron adiós a ‘la casa más famosa del mundo’.
Pero no lo hicieron en conjunto, sino que la voz del dueño de casa fue llamándolas una a una para que abandonaran el lugar. Pero antes y al estilo de una ceremonia, los animadores Diana Bolocco y Julio César Rodríguez le entregaron unas últimas palabras destacando su participación.
Scarlette, la primera en partir
Scarlette fue la primera en tomar su maleta y cruzar la puerta al mundo real. Pero antes, la participante recorrió las instalaciones mientras hacía un monólogo elogiando el lugar que la acogió durante meses. La joven modeló por la pasarela con su ‘outfit de placa’ y posó por última vez frente al espejo como despedida. Antes de irse, aprovechó para dedicarle un último mensaje a Cony y Pincoya: ‘Quiero agradecerles a ustedes por estar conmigo, acompañarme, por entenderme, siempre me apoyaron. Muy feliz de haberlas conocido’.
Cony, una despedida llena de gratitud
La segunda en abandonar fue Cony junto a Bigotes, quien también se encontraba elegante para la ocasión. La jugadora aprovechó sus últimos minutos regaloneando con Jennifer, con quien formó una fuerte amistad al comienzo del programa. Antes de su salida, la bailarina aprovechó las cámaras para agradecer por llegar hasta esa instancia: ‘Me siento muy feliz, contenta, sorprendentemente tranquila. Nada, estoy muy agradecida, puros sentimientos de gratitud’.
Pincoya, la encargada de apagar las luces
La última en salir de la casa fue Pincoya, quien quedó a cargo de ver cómo se apagaban las luces de la casa-estudio. ‘Siempre quise hacerlo, pero nunca encontré el interruptor’, aseguró la chilota entre risas. Dentro de sus palabras, Jennifer explicó que fue un honor para ella cerrar las puertas: ‘Es un sueño cumplido, le agradezco a la gente’. Cuando llegó su turno de partir, la participante vio con lágrimas en los ojos cómo poco a poco se iban apagando las luces de la casa en la que permaneció por casi 6 meses. ‘Gracias por recibirme. La Pincoya sin glamour se devuelve a su tierra’, dijo antes de abandonar.
