La vida de Carmen Amaya: una historia de pasión y talento
En el doodle de este 2 de noviembre en Google, los usuarios de Argentina, Perú, Chile, España, entre otros pudieron observar la figura de una mujer. Al acercar el cursor aparece el nombre de Carmen Amaya. En el presente artículo te contamos de quién se trata y por qué su legado permanece intacto hasta la actualidad. De nacionalidad española, Carmen Amaya se convirtió en una bailarina reconocida en el mundo entero, por lo que el buscador decidió encargarle a la artista Genie Espinoza el doodle de este día.
Los inicios de Carmen Amaya en el mundo del flamenco
Carmen Amaya trascendió en el mundo del flamenco. Su estilo la transformó en una de las bailaoras más importantes de todos los tiempos. Nacida en Barcelona consiguió romper los prejuicios que existían en los albores del siglo XX. La fecha de su nacimiento aún está en discusión, aunque los autores de ‘Carmen Amaya’ (Montse Madridejos y David Pérez Merinero) sostienen que fue en 1918.
Desde muy pequeña, la bailaora se desempeñó junto a su padre, Francisco Amaya. Este hombre recorría tabernas y bares por las noches para ganarse la vida. El talento de su pequeña hija pronto le hicieron ganar fama y le pusieron de sobrenombre ‘La Capitana’. Casi como un preludio de lo que vendría después en su vida.
El impacto de Carmen Amaya en el mundo del flamenco
Los bailes de Carmen no pasaron desapercibidos y al poco tiempo un showrunner de variedades, la contrató para bailar en lugares prestigiosos como el Teatro Español de Barcelona y el Teatro Palace de París. Así, a los 16 años, ya era una figura destacada en el Tablao de Villa Rosa, en Madrid.
No pasó mucho tiempo para que el baile de Carmen Amaya se transforme en un estilo sin igual. Así, en 1929, inició las giras que la convertirían en una leyenda. España y Portugal fueron los primeros países en deleitarse con su increíble talento.
El legado de Carmen Amaya en la cultura
Posteriormente se instaló en Buenos Aires (Argentina) donde fundó su propio grupo de flamenco, con el que realizó giras por todas partes, desde Cuba hasta Brasil, y luego se mudó a México. En 1941, actuó en Nueva York y conoció al presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, lo que resultó en una invitación a bailar en la Casa Blanca. Carmen Amaya decidió pasar los últimos años de su vida en Estados Unidos. Se instaló en Hollywood y actuó en películas como ‘La Historia de los Tarantos’. Falleció el 19 de noviembre de 1963, tras lidiar durante largos años con una enfermedad renal.