Introducción
El reciente ataque a Israel ha dejado al mundo conmocionado y perturbado. La violencia indiscriminada sufrida por los civiles israelíes ha sido una tragedia que nos ha impactado profundamente. Sin embargo, este tipo de acciones no nos sorprenden, ya que son coherentes con las intenciones declaradas de Hamas. En este artículo, analizaremos la moralidad de este ataque y las implicaciones que tiene para la sociedad occidental.
El conflicto entre Israel y Hamas
Las intenciones de Hamas han sido evidentes y claras desde hace tiempo. En el libro ‘Dying to Win’ de Robert Pape, se analizan las declaraciones del líder de Hamas sobre la validez de los ataques suicidas. Además, es importante tener en cuenta la tendencia de Israel a actuar en detrimento propio. En este caso, los ataques fueron posibles porque Israel devolvió tierras después de haber ganado una guerra en la que no fueron los agresores. Esta actitud de Israel de asumir intenciones positivas demasiado rápido ha sido una constante a lo largo de la historia.
El uso de escudos humanos
Una de las diferencias morales más evidentes entre Israel y sus enemigos es el uso de escudos humanos. Hamas y otros grupos yihadistas utilizan a civiles como escudos humanos al disparar cohetes desde zonas residenciales, cerca de escuelas, hospitales y mezquitas. Esta práctica es inaceptable y demuestra una falta de ética por parte de estos grupos. Por otro lado, Israel y los países occidentales son disuadidos por el uso de escudos humanos, ya que consideran inaceptable disparar a través del cuerpo de otros para alcanzar al adversario.
La disparidad moral entre Israel y sus enemigos
Es importante reconocer la disparidad moral entre Israel y sus enemigos. Mientras Israel busca vivir en paz con sus vecinos, Hamas busca imponer una teocracia del siglo VII en Tierra Santa. Estas visiones son fundamentalmente incompatibles y no debe haber ambigüedad ni retórica de empate al condenar el ataque a Israel. Es necesario reflexionar sobre esta realidad y enfrentarla con decisión para evitar la pérdida de nuestra civilización.
Conclusión
El ataque a Israel no solo es un ataque a este país, sino también a Occidente en su conjunto. Debemos ser conscientes de que nos enfrentaremos a personas que no desean vivir en paz en un mundo pluralista y que están dispuestas a sacrificarlo todo para alcanzar sus objetivos. No podemos permitir que la violencia y la falta de moral prevalezcan. Es hora de actuar con decisión y enfrentar esta realidad para preservar nuestra civilización.
