Desastroso partido en Anfield
No hay otra manera de describir el partido del Liverpool este jueves contra el Atalanta que como desastroso. El equipo italiano aprovechó al máximo sus oportunidades y logró una victoria contundente (0-3), dejando al equipo inglés en una situación crítica en Europa League.
Pocas derrotas han sido tan escandalosas en Anfield como esta. Fue una derrota merecida y clara que dejó a los aficionados ‘Reds’ con las manos en la cabeza y a muchos de ellos abandonando el estadio antes de que terminara el encuentro.
Una derrota sorprendente
El Liverpool era el gran favorito y no había perdido en Anfield en más de un año, por lo que esta derrota fue una sorpresa total. Sin embargo, en la segunda mitad, la situación empeoró para los ingleses, con otro gol de Gianluca Scamacca, quien ya había anotado el primer gol.
El delantero italiano, completamente solo, remató un centro de Charles De Ketelare y aumentó la ventaja del Atalanta a 0-2. El estadio de Anfield no podía creer lo que estaba presenciando, ya que un rival aparentemente inferior estaba dominando el marcador.
El último golpe
En los últimos diez minutos, Mario Pasalic empujó el balón a la red después de un mal despeje del portero Kelleher. Fue una noche para el olvido para el irlandés, quien tuvo un rendimiento muy por debajo de lo esperado y dejó al Liverpool con pocas posibilidades de avanzar en el torneo.
Esta ha sido, sin duda, la peor noche europea para los ‘Reds’ desde la llegada de Jürgen Klopp en 2015. Ahora, el equipo espera un milagro en Italia para poder avanzar a las semifinales, una remontada similar a la lograda contra el Barcelona en 2018 en la Champions League.
Conclusión
El Liverpool ha sufrido una derrota humillante en casa ante el Atalanta, dejando a los aficionados y al equipo en estado de shock. Ahora, el futuro en Europa League pende de un hilo y solo una remontada épica en el partido de vuelta en Italia podría salvar al equipo inglés. Los ‘Reds’ necesitarán mostrar su mejor versión y confiar en su capacidad para lograr lo imposible una vez más.
