¿Reencarnación o Designación? La Batalla por el Próximo Dalái Lama
La sucesión del Dalái Lama se ha convertido en un campo de batalla entre China y Estados Unidos, con implicaciones profundas para el futuro del Tíbet y su identidad cultural. Mientras China insiste en su derecho a nombrar al próximo líder espiritual, Estados Unidos ha aprobado una ley para presionar a Pekín a reanudar las negociaciones con los representantes tibetanos. Esta disputa se desarrolla en un momento crucial, cuando el actual Dalái Lama se acerca a su 90º cumpleaños y ha indicado que aclarará las preguntas sobre su sucesión.
La Posición de China
China ha expresado su firme rechazo a la Ley de Resolución de la Disputa Tibet-China, recientemente firmada por el presidente estadounidense Joe Biden. Pekín considera esta ley como una grave interferencia en sus asuntos internos y ha advertido de posibles represalias si Estados Unidos continúa por este camino. El Gobierno chino reafirma su posición de que el Tíbet es una región inalienable bajo su soberanía y que tiene la potestad de nombrar al próximo Dalái Lama.
La Posición de Estados Unidos
Por su parte, Estados Unidos ha expresado su apoyo a los derechos del pueblo tibetano a practicar su religión y cultura, acusando a China de violaciones de derechos humanos en la región. Si bien Washington reconoce al Tíbet como parte de China, la nueva ley pone en duda esta postura al condicionar el reconocimiento a la reanudación del diálogo entre China y los representantes tibetanos.
La Sucesión del Dalái Lama
La incógnita de la sucesión del Dalái Lama, que según la tradición budista debe ocurrir en el Tíbet a través de su reencarnación, sigue marcando los últimos años de su legado. China, por su parte, ha publicado un libro blanco que establece que el sucesor deberá buscarse dentro de China y recibir la aprobación del Gobierno central
. Esta posición choca con la Ley de Política y Apoyo Tibetana de Estados Unidos, que establece que la elección del Dalái Lama incumbe únicamente a la comunidad budista tibetana
.
Conclusión
La batalla por la sucesión del Dalái Lama se ha convertido en un campo de disputa geopolítica entre China y Estados Unidos, con implicaciones profundas para el futuro del Tíbet y su identidad cultural. A medida que el actual líder espiritual se acerca a su 90º cumpleaños, la tensión entre las dos potencias se intensifica, y el mundo observa con atención cómo se desarrollará esta intrigante batalla por el liderazgo tibetano.
