Introducción
Natalia Rodríguez, más conocida como ‘Arenita’, está radicada en Dinamarca desde hace años y recientemente dio a luz a su primera hija, Luisa. Sin embargo, la forma en que viste a su hija ha generado una fuerte crítica en las redes sociales.
La polémica en las redes sociales
En una de las últimas fotos que subió de su hija, Natalia recibió un comentario odioso que cuestionaba por qué nunca le ponía ropa de niña y la vestía siempre como un niño. Sorprendida por esta crítica, Natalia decidió exponerla en sus redes sociales.
Posteriormente, Natalia explicó que la forma de vestir a los bebés en Dinamarca es muy diferente a la de Chile, país de origen de la influencer. En Dinamarca, se utilizan colores más neutros como el beige, blanco y café, en lugar de colores más llamativos y coloridos.
Reacciones de los seguidores
Tras la exposición de Natalia, sus seguidores no tardaron en expresar su apoyo y admiración hacia ella y su hija. Le dejaron mensajes de bendiciones y felicitaciones por la bella familia que ha formado.
Otras críticas recibidas por Natalia Rodríguez
No es la primera vez que Natalia recibe críticas en sus redes sociales. En otra ocasión, subió una historia junto a su esposo llevando a la pequeña en coche mientras iban a comprar fórmula, a pesar de que la temperatura era de -3°C. Muchos seguidores señalaron que la bebé no debería estar expuesta al frío, pero Natalia defendió su decisión asegurando que la niña estaba adecuadamente abrigada.
En los países nórdicos, como Dinamarca, es común sacar a los bebés al exterior incluso con temperaturas bajo cero, ya que los coches y la ropa están diseñados para combatir el frío extremo. Natalia argumentó que esperar a que el clima mejore significaría quedarse encerrados durante meses, lo cual sería peor para la salud y el bienestar de su hija.
Conclusión
La forma en que Natalia Rodríguez viste a su hija ha generado controversia en las redes sociales, pero ella ha defendido su elección basada en las costumbres y la cultura de Dinamarca. A pesar de las críticas, Natalia sigue criando a su hija de acuerdo a sus propias convicciones y valores.
