La lenta reconstrucción de viviendas definitivas en Purén
Vecinos de sectores rurales de Purén, en La Araucanía, denuncian una excesiva lentitud en el proceso de reconstrucción de viviendas definitivas, más de un año después de los devastadores incendios forestales que destruyeron más de 140 casas en la zona.
A pesar de los anuncios del Gobierno y la entrega de viviendas de emergencia, la reconstrucción definitiva avanza más lento de lo esperado por los damnificados. Hasta el momento, solo 27 familias han accedido a los beneficios para habitar los inmuebles definitivos.
El dolor de las familias afectadas
La tragedia sufrida por las familias de los sectores rurales de La Araucanía el verano pasado sigue siendo una herida abierta para aquellos que aún viven en mediaguas después de que el fuego destruyera sus hogares. Margarita Caicahual, residente de Ipinco Alto, relata que este último año ha sido complejo y que aún espera la vivienda comprometida.
Otro damnificado, Marcelo, también aguarda por vivir en una casa definitiva y dejar atrás la mediagua. Él describe el proceso como lento y frustrante.
La reconstrucción avanza a paso lento
Según Ximena Sepúlveda, seremi de Vivienda, la reconstrucción no se ha detenido, pero reconoce que avanza a paso lento. Hasta el momento, solo 27 familias han recibido beneficios para la casa definitiva y otras 54 están en proceso de construcción.
La autoridad proyecta que este año se concrete al menos el inicio de obras para las más de 100 familias que aún esperan su vivienda definitiva. Sin embargo, el riesgo de que el fuego vuelva a destruir el esfuerzo de años sigue latente.
Conclusiones
La situación de los damnificados de Purén es alarmante. A más de un año de los incendios forestales, la reconstrucción de viviendas definitivas avanza a un ritmo desesperadamente lento. Las familias afectadas continúan viviendo en mediaguas, esperando que se cumplan los plazos prometidos por el Gobierno.
Esperamos que las autoridades tomen medidas urgentes para acelerar el proceso de reconstrucción y brindar a estas familias la seguridad y estabilidad que tanto necesitan. No podemos permitir que el dolor y la incertidumbre sigan siendo parte de sus vidas.