El mundo Milei: una revoluciĆ³n conservadora y provocadora
Cuando un discurso genera estupor y sorpresa por parecer pragmĆ”tico, anacrĆ³nico y de avanzada segĆŗn sea quien lo interprete, que tambiĆ©n resulte grotesco y provocador al tratar a los lĆderes mundiales del mundo āoccidentalā como una ācasta cooptada por el socialismoā, y como broche de oro poner en la misma bolsa a comunistas, nazis y socialdemĆ³cratas (como si Stalin, Hitler y Merkel hayan sido lo mismo), sin duda que es un aviso de quiĆ©n estĆ” dispuesto a ser el protagonista que desafĆa lĆmites, aĆŗn peligrosos.
Es entonces cuĆ”ndo en un mundo dĆ³nde parece que la rebeldĆa revolucionaria cambia de color, aparece el mundo de Javier Milei. AsĆ sucediĆ³ en Davos 2024. Esa intenciĆ³n de llevarse ātodo puestoā desde lo absoluto de una verdad revelada, recibe por un lado los aplausos y el beneplĆ”cito de referentes de la polĆtica o de los negocios tan controversiales como Donald Trump o el mismĆsimo Elon Musk, y por otro la incredulidad y sensaciĆ³n de atropello de quienes se sienten agredidos frente a una seƱal nada pacificadora de un mandatario que apuesta a ver el mundo desde su mundo. El mundo Milei.
Podemos estar de acuerdo o no con las excentricidades y actitudes desopilantes que aparentan mostrar posibles desequilibrios emocionales de Javier. Podemos entender que Javier no endulza los oĆdos para satisfacer a los complacientes, sino que mĆ”s bien les pone bastante ruido. No es Armando Manzanero, es mas bien Marilyn Mansonā¦
Por otra parte, queda claro que Javier, a pesar de citar a liberales y a libertarios del pasado, es el que ha sorprendido a la regiĆ³n con un discurso supuestamente extremo de derecha, pero que se ha transformado en un discurso revolucionario rebelde y por lo tanto joven, casualmente lo que la derecha de la regiĆ³n nunca pudo lograr. Esta situaciĆ³n, quizĆ”s debiera considerarse como un replanteo de la polĆtica para una nueva generaciĆ³n en la que se promueve que el el individuo resulta mĆ”s relevante que el colectivo social. Una realidad a tomar con precauciĆ³n.
Tal vez ese planteo extremo del liberalismo que parece de siglos pasados, sea el que reviven los mĆ”s jĆ³venes frente a la frustraciĆ³n de ese discurso comunitario que no dio respuestas, menos aĆŗn en estos tiempos dĆ³nde la inmediatez es la que domina al largo plazo. Como si no hubiese plazoā¦
Creo que debemos analizar el mundo Milei desde un concepto agnĆ³stico de los ideales polĆticos, en la que ser liberal o libertario tiene forma propia. Porque Javier no es un liberal puro, pero tampoco el libertario como se conocĆan los libertarios que hablaban de autogestionarse frente al estado, frente al capitalismo y con espĆritu solidario. En tal sentido, la definiciĆ³n que Javier hizo sobre Ć©l parece acertada: Un anarcocapitalista, con todas las contradicciones que esa definiciĆ³n conlleva.
Desde mi perspectiva, el Milei agnĆ³stico, como todo agnĆ³stico, acomoda toda religiĆ³n a una propia inventada por el mismo. La pregunta es si resulta necesaria esa postura para producir los cambios profundos, esos que requieren de sensatez, racionalidad y equilibrioā¦ Parece difĆcil hacer una ecuaciĆ³n entre estos tres conceptos en sociedades devastadas en lo polĆtico, en lo econĆ³mico, en lo social y, especialmente en lo moral. Cuando esos factores se juntan, aparecen razones para cambiar, pero es allĆ dĆ³nde se impone cuĆ”l es el mecanismo, el modo de provocar ese cambio.
Sabemos de la necesidad del pragmatismo, el que democrĆ”ticamente es posible, pero el pragmatismo forzado generalmente promueve una fuerza contraria y eso es lo que alimenta al mundo Milei, el desafĆo de confrontar. A todo o nada. Tal vez una debilidad de la democracia liberal. Pero en esa confrontaciĆ³n, y para mitigar el riesgo de quedarse sin nada, Javier deberĆ” suavizar la propuesta dejando de lado la hemiplejia de hacerlo todo desde su aparente Ćŗnico modelo. Javier debe darse cuenta que hay modelos a integrar para lograr equilibrio econĆ³mico, crecimiento y desarrollo social a partir de libertad de mercado, iniciativa privada y Estado eficiente preparado para apoyar antes que reprimir, a resolver antes que a prohibirā¦
SerĆ” interesante hacerse la pregunta acerca de si el mundo Milei es exportable a la regiĆ³n. No es Bolsonaro, ni Kast y ni siquiera Trump. Es otra cosa. Pensar en un conservador popular que plantea extremos y que le da rebeldĆa a lo que antes era la āderechaā no parece menor. El gran dilema es que para ser revolucionario, hay que pensar en la segunda revoluciĆ³n para no quedar oxidado. Esta noticia, como se dice en los medios, sigue en desarrolloā¦