En una acción contundente, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha anunciado sanciones contra las dos principales empresas petroleras rusas, Rosneft y Lukoil, como respuesta a la «falta de compromiso serio por parte de Rusia con un proceso de paz para poner fin a la guerra en Ucrania».
Según el secretario del Tesoro, Scott Bessent, estas medidas tienen como objetivo «mermar la capacidad del Kremlin» y defender la voluntad de Washington de encontrar «una resolución pacífica de la guerra». Las sanciones bloquean todos los bienes e intereses de estas compañías en territorio estadounidense, prohíben las transacciones por parte de personas o empresas de EE.UU. y las excluyen del sistema financiero estadounidense.
Impacto en la Industria Petrolera Rusa
Rosneft y Lukoil son dos de las mayores empresas petroleras de Rusia, responsables de la producción de cerca del 6% del crudo mundial y casi la mitad del de Rusia. Juntas exportan 3,1 millones de barriles de crudo al día, lo que las convierte en piezas clave de la economía y la maquinaria bélica del Kremlin.
Estas sanciones amplían y endurecen las medidas tomadas por Washington desde el inicio de la guerra en Ucrania en febrero de 2022, cuando se han sancionado a más de 6.000 personas y entidades vinculadas a la industria militar rusa.
Presión por una Resolución Pacífica
Al anunciar estas sanciones, el Tesoro dejó claro que están dispuestos a tomar nuevas medidas si es necesario para apoyar los esfuerzos del presidente Trump por poner fin a la guerra. Además, animaron a los aliados a unirse a estas sanciones, lo que podría aumentar aún más la presión sobre Rusia.
La Casa Blanca también aclaró que, por el momento, no hay planes inmediatos para una nueva cumbre entre el presidente estadounidense y el líder ruso. Sin embargo, la administración Biden parece decidida a mantener la presión diplomática y económica hasta que Rusia muestre un «compromiso serio» con un proceso de paz en Ucrania.
