En un mundo donde la frustración y la descalificación parecen ganar terreno, es refrescante destacar los lados luminosos del servicio público. A través de tres historias personales, descubriremos cómo algunos funcionarios han logrado brindar una atención excepcional, demostrando que la amabilidad y la eficiencia aún tienen un lugar en nuestras instituciones.
Cuidado Cálido y Profesional en el Instituto de Rehabilitación
Cuando un amigo terminó hospitalizado con un grave cuadro infeccioso, pasó por varios centros de salud antes de llegar al Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda en Peñalolén. A pesar de estar en Fonasa y llevar más de nueve meses internado, sin poder valerse por sí mismo, el trato que ha recibido ha sido verdaderamente excepcional.
El personal del instituto ha demostrado una atención profesional y, al mismo tiempo, cariñosa y humana. En un lento proceso de recuperación, donde se requiere mucho esfuerzo, paciencia y perseverancia, este cuidado personalizado ha sido esencial para mi amigo. Mil gracias a todo el equipo por brindar una atención que va más allá del deber.
Eficiencia y Buen Trato en el Registro Civil
Tras perder mis documentos, acudí al Registro Civil más cercano a mi trabajo. A pesar de tener más de 60 años, pude sacar número de manera presencial, sin necesidad de hacerlo por internet. En menos de 20 minutos, logré obtener mi cédula de identidad y pasaporte. Dos días después, recibí un correo avisándome que ambos documentos estaban listos, y al retirarlos, solo tuve que esperar 15 minutos para completar el trámite.
Este nivel de eficiencia, que superó los plazos establecidos, sumado a un excelente trato, me dejó verdaderamente impresionado. Es una muestra de que, cuando los equipos funcionan bien, se pueden brindar servicios de calidad.
Rapidez y Amabilidad en la Dirección de Tránsito
Además de los documentos perdidos, también debía renovar mi Licencia de Conducir. Solicité la hora a través de la plataforma de la Municipalidad de Providencia y, al tener hora programada, el proceso fue rápido. Demoré más en la espera que en dar mis datos, tomarme la foto y pasar por los controles requeridos. La entrega de la licencia se demoró un poco más por los feriados, pero el funcionario fue eficiente al plastificarla.
Una vez más, el trato amable y la rapidez en los trámites fueron más que satisfactorios. Estas experiencias demuestran que, cuando los equipos trabajan en sintonía, pueden brindar un servicio excepcional.
Reconociendo a los Funcionarios Destacados
Estas historias no pretenden defender al sistema en su conjunto, sino destacar a los buenos funcionarios y, sobre todo, a los equipos que logran brindar un servicio de calidad. Porque un buen servicio, casi siempre, es el resultado del trabajo en equipo.
Implementar verdaderos mecanismos de evaluación de desempeño sería una forma de reconocer y valorar a estos funcionarios que, en muchas ocasiones, hacen más de lo que se les exige. Y no solo lo hacen bien, sino de manera amable y cálida, restaurando la fe en nuestras instituciones públicas.
