En un acto de determinación y orgullo nacional, el gobierno de Venezuela ha condecorado a cinco mujeres milicianas, declarándolas «soldadas de la patria». Esta decisión llega tras los recientes comentarios irónicos del presidente estadounidense, Donald Trump, quien pareció burlarse del entrenamiento de este grupo de ciudadanas.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, tachó los comentarios de Trump como un «acto de poco valor humano» y «supremacismo», afirmando que «la burla es racismo» y que los Estados Unidos ven al resto del mundo de manera «minúscula» debido a su «hegemonismo imperial».
Una de las mujeres condecoradas, Isabel Arias, expresó su disposición a tomar un fusil «las veces que sean necesarias» para defender la paz de su país. «Hoy me siento con la moral más alta que nunca. La dignidad de la mujer venezolana nada ni nadie la pisoteará», declaró.
La alcaldesa de Caracas, Carmen Meléndez, también se sumó a las felicitaciones, asegurando que «nunca había visto» a un presidente burlarse de las mujeres. «Yo le digo a ese presidente (que) a él lo parió una mujer, él tiene una esposa y tiene unas hijas, así que la mujer venezolana se respeta», expresó.
Esta condecoración se enmarca en una marcha convocada por el chavismo, que incluyó la movilización de activos militares, en respuesta al despliegue estadounidense en el mar Caribe. Washington defiende estas acciones como parte de la lucha contra el narcotráfico, mientras que Caracas las denuncia como un plan para «forzar un cambio de régimen» en Venezuela.
Las mujeres milicianas venezolanas han demostrado su determinación y coraje al defender la soberanía de su país, desafiando las burlas y el «supremacismo» del presidente estadounidense. Su ejemplo de patriotismo y dignidad es un recordatorio de la fortaleza y el espíritu de lucha del pueblo venezolano.