El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una dura advertencia contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, exigiéndoles que reciban a todos los criminales y pacientes con nacionalidad venezolana que actualmente están en EEUU.
En su cuenta de Truth Social, Trump amenazó a las autoridades venezolanas, exigiendo que acepten todas las deportaciones, especialmente de delincuentes e internos psiquiátricos, que, según él, «han causado mucho daño a la población de Estados Unidos».
Exigencia de Deportaciones Inmediatas
«Queremos que Venezuela acepte inmediatamente a todos los prisioneros y personas de instituciones mentales, lo que incluye a los peores manicomios en el Mundo, que los ‘líderes’ han forzado a ingresar a Estados Unidos de América. Miles de personas han resultado gravemente heridas, e incluso asesinadas, por estos monstruos», cuestionó Trump.
El mandatario norteamericano advirtió que si Venezuela no cumple con esta exigencia, «el precio que pagarán será incalculable».
Intensificación de la Presión sobre Venezuela
Trump ha intensificado las últimas semanas la presión sobre el gobierno de Maduro, luego que a mediados de agosto ordenara la movilización de 8 buques de guerra y un submarino en el mar del Caribe, y dispusiera la presencia de F-35 en Puerto Rico.
Además, la Casa Blanca ha destacado que lograron impactar al menos a dos lanchas salidas de Venezuela, que supuestamente transportaban drogas hacia Estados Unidos.
Justificación por Combate a Drogas y Delincuencia
Trump ha justificado estos movimientos más por un combate contra las drogas y la delincuencia proveniente de Venezuela, que por buscar un cambio de gobierno en el país caribeño.
«Veremos qué pasa. Venezuela nos está enviando pandilleros, narcotraficantes y drogas. Es inaceptable (…) No nos gusta lo que Venezuela nos está mandando: ni sus drogas ni sus pandilleros. No nos gusta nada», dijo Trump hace algunas semanas sobre el conflicto con Venezuela.
La tensión entre Estados Unidos y Venezuela parece lejos de resolverse, con Trump presionando cada vez más al gobierno de Maduro para que acepte las deportaciones de ciudadanos venezolanos, incluso amenazando con consecuencias «incalculables» si no lo hacen.
