Dos años después de un brutal asesinato transmitido en vivo por redes sociales, un hombre de 39 años de Luisiana, Estados Unidos, ha sido declarado culpable del crimen. Earl Johnson fue condenado por el asesinato en primer grado de Janice David, de 34 años, en 2022.
Según los informes, Johnson se grabó a sí mismo por Instagram mientras torturaba y apuñalaba brutalmente a la víctima, mientras cientos de espectadores en línea presenciaban el asesinato. La mujer fue encontrada muerta, desnuda, con su cuerpo atado al volante de un auto.
La Búsqueda de Fama a Toda Costa
Durante los alegatos finales, la fiscal Dana Cummings declaró que mientras Johnson transmitía el hecho, se le escuchaba decir: «Ella iba a decir que la violé, le van a creer a ella antes que a mí. Si voy a caer, voy a vivir para siempre».
Cummings afirmó que Johnson cometió este crimen atroz solo por querer ser famoso y que su hijo también lo fuera. «Yo no creé esta evidencia; él lo hizo. Y quería que todos la vieran porque quería ser famoso y quería que su hijo fuera famoso», sentenció la fiscal.
Defensa Alega Trastorno Mental
Por su parte, el abogado defensor, Hafiz Folami, argumentó que Johnson y su víctima habían estado bajo los efectos de drogas durante varios días antes del asesinato, y que su comportamiento se debía a un «grave trastorno mental».
Sin embargo, varios profesionales de salud mental determinaron que Johnson estaba en pleno uso de sus facultades mentales al momento del crimen. Ahora, Earl Johnson espera su sentencia, la cual se dará a conocer en diciembre.
Una Búsqueda de Fama Que Terminó en Tragedia
Este caso pone de manifiesto los peligros de la obsesión por la notoriedad a toda costa. Johnson, en su afán de convertirse en una celebridad, cometió un acto atroz que le costará muy caro. Su historia sirve como un recordatorio de que la fama no puede obtenerse a través de medios violentos y criminales, y que las consecuencias de tales acciones pueden ser devastadoras.