En un golpe devastador para Rusia, las fuerzas armadas de Ucrania han lanzado un ataque con drones que ha destruido dos helicópteros Mi-8 y un remolcador militar ruso en una base aérea cerca de Simferopol, Crimea. Según la Inteligencia de Defensa de Ucrania (DIU), la unidad de operaciones especiales «Prymary» llevó a cabo esta audaz misión en el territorio temporalmente ocupado por Rusia.
Pérdidas Millonarias para Rusia
De acuerdo con la DIU, el valor estimado de los helicópteros destruidos oscila entre los 20 y 30 millones de dólares. Además, el remolcador atacado formaba parte de las Fuerzas y Medios de Sabotaje Subacuático (PDSS), una unidad de élite de buzos de combate altamente entrenados y equipados. La inteligencia ucraniana afirma que la destrucción de este buque reduce drásticamente «la capacidad operativa de una de las unidades militares de élite de Rusia».
Golpe a la Capacidad Aérea y Naval Rusa
Los Mi-8 son helicópteros de transporte bimotor que también pueden realizar tareas de apoyo aéreo. Su pérdida representa un duro golpe a la capacidad de transporte y apoyo aéreo de las fuerzas rusas en Crimea. Por otro lado, el remolcador atacado desempeñaba un papel clave en las operaciones subacuáticas de élite de la Armada rusa en la región.
Implicaciones Estratégicas
Este ataque con drones en suelo ruso demuestra la creciente capacidad de Ucrania para llevar la guerra al territorio enemigo. Golpear objetivos de alto valor en Crimea, que Rusia considera su «joya de la corona», envía un mensaje claro de que ninguna parte de Ucrania ocupada está a salvo de las fuerzas ucranianas. Esto podría tener implicaciones significativas en la moral y la logística de las tropas rusas desplegadas en la península.
