La tarde del martes 5 de agosto, un avión de emergencias capotó en el Aeropuerto Farhat Abbas, en Argelia, minutos después de despegar con rumbo a un vuelo de entrenamiento. Lamentablemente, entre las víctimas se encontraba Sebastián Miguel Ramírez Prado, un chileno de 57 años oriundo de Temuco, quien perdió la vida en este trágico accidente aéreo.
Según informaron medios internacionales, al interior de la nave iba el connacional junto a un comandante de la Fuerza Aérea de la Defensa Civil, un piloto en formación y un instructor de vuelo. Todos ellos fallecieron en el siniestro.
Ramírez se desempeñaba como piloto comercial de aviones y era un experto en el combate de incendios forestales. De hecho, dada su vasta experiencia, el nacional se encargaba de capacitar a otros pilotos para el manejo de este tipo de emergencias, que suelen ser más frecuentes durante las épocas estivales.
Una Pérdida Irreparable para la Comunidad Internacional
La Cancillería de Chile lamentó profundamente el fallecimiento de Sebastián Miguel Ramírez Prado, y se encuentra en contacto con las autoridades argelinas y la familia del connacional para brindar la orientación y asistencia consular requerida.
Este trágico accidente ha conmocionado a la comunidad internacional, pues Ramírez era reconocido por su excepcional pericia en el manejo de emergencias aéreas y su compromiso con la capacitación de otros pilotos en esta área tan crucial. Su pérdida deja un vacío difícil de llenar en un momento en que los incendios forestales representan un desafío cada vez mayor a nivel global.
Un Legado de Servicio y Dedicación
Sebastián Miguel Ramírez Prado será recordado por su entrega y profesionalismo en el combate de incendios, así como por su invaluable labor formando a nuevas generaciones de pilotos especializados en este campo. Su trayectoria y experiencia eran un activo invaluable para la seguridad y protección de las comunidades afectadas por este tipo de emergencias.
La trágica pérdida de este destacado piloto chileno es un duro golpe para la aviación de emergencia y la lucha contra los incendios forestales a nivel internacional. Su legado de servicio y dedicación, sin embargo, seguirá inspirando a quienes continúan esta crucial labor de primera respuesta.