La cárcel, lejos de ser una solución, se ha convertido en un problema que multiplica el delito. Según datos recientes, más del 40% de las personas que salen de prisión vuelven a delinquir, evidenciando que el sistema penitenciario actual no está cumpliendo su cometido de rehabilitación y reinserción social.
Desde la Red de Acción Carcelaria, hemos recorrido cárceles a lo largo de Chile y presenciado de primera mano las inhumanas condiciones en las que viven muchas personas privadas de libertad. Pero el problema va más allá de las condiciones de reclusión: el sistema carece de programas efectivos de reinserción que preparen a los internos para reintegrarse a la sociedad.
Cuando el Sistema Falla
Actualmente, el sistema penitenciario chileno opera a más del 142% de su capacidad, con más de 60.000 personas privadas de libertad, de las cuales 20.000 están en prisión preventiva y cerca de 5.000 son mujeres. Sin embargo, menos del 10% del presupuesto de Gendarmería de Chile se destina a programas de reinserción y rehabilitación.
Esta falta de inversión en políticas efectivas de reinserción social se traduce en altas tasas de reincidencia, que oscilan entre el 40 y 50%. Como bien señalan algunas mujeres recluidas en el Centro Penitenciario Femenino de San Miguel en sus cartas al Presidente Boric: «¿Cómo se reinserta alguien que jamás fue parte del sistema? ¿Cuándo siempre has sido invisible?».
Romper el Círculo Vicioso
Para romper este círculo vicioso, es fundamental que el enfoque de la política criminal en Chile se desplace de la mera punición hacia la reinserción y rehabilitación de las personas que han delinquido. Invertir en programas de capacitación laboral, apoyo psicosocial y acompañamiento post-penitenciario puede ser la clave para que quienes salen de prisión logren reintegrarse exitosamente a la sociedad y no vuelvan a delinquir.
Además, es crucial considerar el contexto social y territorial en el que se desarrolla el proceso de reinserción. Entornos carentes de oportunidades dificultan que las personas puedan construir nuevos proyectos de vida, dejando al delito como una alternativa accesible. Invertir en el desarrollo de estas comunidades vulnerables es fundamental para romper este ciclo.
Hacia una Sociedad Más Segura y Justa
Enfrentar el problema de la delincuencia exclusivamente desde una perspectiva punitiva ha demostrado ser insuficiente, ineficaz e ineficiente. Es hora de priorizar la reinserción social como pilar fundamental de la política criminal en Chile.
Sólo así podremos avanzar hacia una sociedad más segura y justa, donde las personas que han delinquido tengan verdaderas oportunidades de reintegrarse y reconstruir sus vidas, alejándose del delito de forma permanente.