Las imágenes satelitales captadas este domingo por la empresa estadounidense Planet Labs PBC muestran los devastadores daños causados en las instalaciones nucleares de Irán tras el ataque aéreo de Estados Unidos. La noche del sábado, el Ejército de EE.UU. bombardeó tres de los principales sitios nucleares del país persa: Fordow, Natanz e Isfahan, utilizando bombarderos B-2 Spirit y misiles Tomahawk.
En las fotografías de la instalación de Fordow, se pueden observar hundimientos de tierra y cambios de color en la superficie de la montaña bajo la cual se encuentra esta planta nuclear. Un análisis de la organización británica de inteligencia y seguridad Open Source Centre reveló «cambios en el terreno sobre la Planta Nuclear de Fordow, incluyendo hundimientos de tierra a lo largo de la cresta sobre el sitio y posibles puntos de entrada de misiles en la ladera de la montaña».
Desde una perspectiva geopolítica, este ataque representa un nuevo escalón en la tensión entre Estados Unidos e Irán, cuyas relaciones se han deteriorado gravemente en los últimos años. Para los expertos en seguridad internacional, las consecuencias de este bombardeo podrían ser devastadoras, no solo para las capacidades nucleares de Irán, sino también para la estabilidad de toda la región de Medio Oriente.
Por su parte, el presidente Trump declaró que las instalaciones de enriquecimiento nuclear de Irán fueron «total y completamente destruidas» por el ataque. Sin embargo, analistas independientes advierten que, si bien los daños son significativos, es poco probable que hayan logrado una destrucción total y permanente de estas instalaciones clave para el programa nuclear iraní.
A medida que se conozcan más detalles sobre el alcance y el impacto de este bombardeo, la comunidad internacional estará atenta a las posibles represalias de Irán y a cómo evolucionará esta peligrosa escalada de tensiones en Medio Oriente.
