En una mañana de junio, la programación habitual de Telecanal fue interrumpida sin previo aviso, dando paso a la señal en español del canal ruso RT (Russia Today). Desde entonces, la pantalla ha transmitido en cadena continua contenidos producidos en Moscú: boletines informativos, reportajes sobre la guerra en Ucrania, paneles de análisis y cápsulas documentales, todo con la narrativa oficial del régimen de Vladímir Putin.
La llegada de RT a la televisión abierta chilena no solo representa un desafío en términos de soberanía informativa, sino que también expone vacíos regulatorios y la presencia de intereses extranjeros en los medios nacionales. Con una operación ejecutada sin transparencia y sin fiscalización visible, el caso abre la puerta a una discusión urgente: ¿puede un canal estatal extranjero, acusado de propaganda de guerra, instalarse en la TV chilena sin control alguno?
La Estrategia Detrás de la Expansión de RT
Según fuentes consultadas, detrás de esta estrategia está la agencia mexicana Unimedios, la misma que habría comenzado a cotizar campañas publicitarias en Chile para promocionar la señal rusa. La inversión estimada para la difusión del canal en Chile, Costa Rica y Argentina superaría los 3 millones de dólares, incluyendo pauta en medios, cableoperadores y redes sociales.
El objetivo: instalar a RT como una señal de información legítima en el cono sur, en momentos donde el canal ha sido prohibido en Europa, sancionado en Estados Unidos y expulsado de plataformas como YouTube por difundir desinformación sobre la guerra y justificar crímenes de guerra cometidos por el Ejército ruso.
RT: ¿Televisión o Propaganda de Guerra?
RT, sigla de Russia Today, es un canal financiado directamente por el presupuesto estatal ruso. Numerosos informes han establecido que RT funciona como un brazo de desinformación del gobierno de Vladimir Putin, ofreciendo una «visión alternativa del mundo» que justifica la agresión rusa contra Ucrania y distorsiona sistemáticamente los hechos.
De hecho, informes en Chile señalan que las versiones digitales y de redes sociales de RT también jugaron un rol clave previo y durante el 18 de octubre de 2019, incluyendo la creación de una «emperatriz» que hablaba sobre las AFPs, Isapres y el modelo neoliberal chileno.
Vacíos Regulatorios y Conflictos de Propiedad
La transmisión de RT en Chile también levanta una segunda alerta: la propiedad de Telecanal y su relación con La Red. Según registros, ambas estaciones estarían vinculadas al empresario mexicano Remigio Ángel González, un hecho que contraviene la normativa chilena que impide a un mismo operador mantener dos concesiones de televisión abierta en una misma ciudad.
Pese a esto, ninguna autoridad ha abierto una investigación formal, ni sobre la propiedad de ambas señales, ni sobre la llegada de una señal extranjera financiada por un Estado bajo sanciones internacionales. Tampoco se ha pronunciado el CNTV respecto a si este cambio en la línea editorial fue notificado conforme exige la ley.
En resumen, la llegada de RT a la televisión abierta chilena plantea interrogantes urgentes sobre soberanía informativa, transparencia y control de contenidos financiados por gobiernos extranjeros. Un caso que expone vacíos regulatorios y la necesidad de una discusión profunda sobre los límites de la influencia foránea en los medios nacionales.