La provincia argentina de Chubut se ha convertido en el epicentro de una disputa fronteriza con Chile, al anunciar la implementación de multas y cobros a los camiones chilenos que circulen por las rutas provinciales con exceso de peso. El gobernador, Ignacio Torres, ha defendido firmemente esta medida, argumentando que es un ejercicio legítimo de control para preservar el estado de las vías, especialmente ante la falta de respuesta del gobierno nacional argentino en el mantenimiento de la Ruta 40.
Cada año, aproximadamente 25.000 camiones chilenos utilizan las rutas argentinas en la Patagonia, como Comodoro Rivadavia, Bariloche y el Paso Cardenal Samoré, para sortear los obstáculos naturales que interrumpen la conectividad interna de Chile. En sentido inverso, se calcula que unos 100.000 camiones argentinos cruzan hacia Chile anualmente.
Una Medida Polémica y Controversial
La propuesta de Chubut ha generado diversas reacciones en Chile, donde los gremios del transporte y el mundo político de las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes han expresado su molestia por esta «controvertida medida». Torres, sin embargo, ha sido categórico al afirmar que no se trata de un cobro discriminatorio ni un impedimento al tránsito, sino de la aplicación de un control necesario para preservar el estado de las rutas.
Desde una perspectiva económica, esta iniciativa podría representar un desafío para las empresas de transporte chilenas que dependen de la conectividad con Argentina. Para los consumidores, esto significa un posible aumento en los costos de los productos que se mueven a través de estas rutas.
Preservando la Infraestructura Vial Patagónica
Aunque aún no se han detallado los mecanismos ni la fecha de implementación, la iniciativa de Chubut forma parte de una política de protección de los caminos patagónicos ante el creciente tránsito de transporte pesado internacional. Torres ha dejado claro que la provincia tiene pleno derecho a fiscalizar y sancionar a quienes deterioran la infraestructura vial, y ha advertido que las amenazas desde Chile para cortar el paso no tienen sustento legal.
Esta disputa entre Argentina y Chile por el control de las rutas en la Patagonia refleja la importancia estratégica de la conectividad regional y la necesidad de encontrar soluciones equilibradas que satisfagan los intereses de ambos países.
