El mercado inmobiliario enfrenta un panorama complejo, con una demanda debilitada y un exceso de propiedades en entrega inmediata. Estos desafíos han generado un círculo vicioso, donde la falta de actividad impide el acceso a financiamiento y la iniciación de nuevos proyectos, profundizando los problemas de déficit de construcción de viviendas.
En los últimos años, el dinamismo de las ventas ha sido impulsado principalmente por inversionistas, mientras que la demanda de compradores finales se ha visto fuertemente restringida por las dificultades de acceso al financiamiento. Actualmente, solo el 17% de los hogares en Chile cumple con los requisitos de ingreso para obtener un crédito hipotecario, una cifra muy inferior al 30% registrado antes de 2021.
Subsidio al Dividendo y Fogaes 2: Abriendo Nuevas Oportunidades
Sin embargo, se proyecta una posible recuperación en la demanda habitacional gracias a dos medidas clave:
- Subsidio al Dividendo: Esta nueva ley contempla una rebaja de 60 puntos base en la tasa hipotecaria para la adquisición de 50,000 viviendas de hasta 4,000 UF, lo que podría beneficiar a unos 255,000 hogares.
- Nuevo Programa Fogaes 2: Este fondo ofrecerá garantías por hasta el 60% del valor de la propiedad, ampliando significativamente el apoyo estatal para facilitar el acceso a la vivienda.
Estas medidas se estima que podrían generar un aumento del 20% en las ventas de viviendas de hasta 4,000 UF, pasando de 35,000 a cerca de 43,000 unidades anuales. Esto se traduciría en unas 4,000 unidades adicionales en la Región Metropolitana y aproximadamente 8,000 a nivel nacional.
Retos y Consideraciones
Si bien el potencial de crecimiento es importante, no todos los hogares que recuperen acceso al financiamiento podrán concretar la compra de una vivienda. La inestabilidad laboral, la precariedad de los contratos y la falta de ahorros para el pie siguen siendo obstáculos relevantes. En un escenario más realista, el crecimiento podría estar entre un 5% y un 10%.
Estas medidas, si bien no resuelven la brecha de acceso al financiamiento ni responden a una política pública ante el déficit habitacional, entregan un respiro necesario a un sector que requiere reactivarse con urgencia. Su impacto no solo permitirá que más hogares puedan optar a una vivienda en propiedad, sino que también tendrá un efecto relevante en la generación de empleo y la dinamización de la economía nacional.