El Ejército de Israel ha declarado que la liberación de los rehenes es «lo único» que podría frenar la nueva escalada de violencia contra la Franja de Gaza, que ha cobrado la vida de más de cien palestinos en los últimos días. Sin embargo, el portavoz castrense Nadav Shoshani afirmó que la guerra no terminará hasta la desaparición de Hamás.
Según Shoshani, si «en unos pocos días» se alcanzase un acuerdo de alto al fuego y liberación de rehenes, esto implicaría el fin de la escalada actual. No obstante, esto no supondría el fin de la ofensiva militar israelí contra el territorio ocupado de Gaza.
De hecho, los indicios apuntan a que los objetivos de Israel serían «destruir en su totalidad» la Franja de Gaza y «conquistar» el territorio de forma permanente, según declaraciones de políticos y del propio primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Éxodo Masivo y Ayuda Humanitaria Limitada
Mientras tanto, diversas ONG han cifrado en medio millón el número de palestinos desplazados de manera forzada en los últimos dos meses. Ante esta situación, el Gobierno israelí ha anunciado que facilitará la entrada de algunos camiones con alimentos y ayuda humanitaria en Gaza, aunque en «cantidades pequeñas».
«Israel está facilitando la entrada de camiones con alimentos para bebés a Gaza»
, confirmó Eden Bar Tal, director general del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí.
Ataques Mortales a Infraestructura Médica
Consultado por los ataques del Ejército israelí contra el Hospital Europeo en Gaza el pasado 13 de mayo, el portavoz Shoshani insistió en que el objetivo era Mohamed Sinwar, hermano menor del asesinado líder de Hamás Yahya Sinwar y posible sucesor. Estos ataques dejaron al menos 28 personas muertas y provocaron el cierre del único centro que aún trataba a pacientes con cáncer en Gaza.
En resumen, la liberación de rehenes podría detener temporalmente la escalada de violencia en Gaza, pero no poner fin a la guerra entre Israel y Hamás. Mientras tanto, Israel parece decidido a «destruir en su totalidad» y «conquistar» el territorio palestino, a costa de un éxodo masivo y una ayuda humanitaria limitada.
