La administración de Donald Trump ha presentado una propuesta de presupuesto para la NASA en el año fiscal 2026 que tiene como objetivo acelerar la exploración espacial humana hacia la Luna y Marte. Según informes, el presupuesto total sería de 18.800 millones de dólares, un 25% menos que en 2025, lo que significaría un recorte de más de 6.000 millones.
Dentro de este presupuesto, se asignarían más de 7.000 millones de dólares a la exploración lunar y otros 1.000 millones en nuevas inversiones para programas espaciales enfocados en Marte. Sin embargo, estos planes también implicarían el fin de otras misiones clave de la NASA, como el programa Gateway y el retorno de muestras de Marte.
Según un portavoz de la NASA, la agencia ya estaría evaluando la posibilidad de aterrizar en suelo marciano el próximo año, adelantando significativamente los planes originales, que apuntaban a enviar humanos a Marte más avanzada esta década, al menos al 2030.
La Influencia de Jared Isaacman y el Sector Privado
La propuesta de Trump también incluye el nombramiento de Jared Isaacman, un multimillonario astronauta comercial, como posible nuevo administrador de la NASA. Isaacman es un fuerte aliado de Elon Musk y su compañía aeroespacial SpaceX, lo que ha generado críticas por la posible influencia del sector privado en los planes de la agencia espacial.
En consonancia con la prioridad de la administración de regresar a la Luna antes que China y enviar a un estadounidense a Marte, el presupuesto impulsará misiones y proyectos científicos y de investigación prioritarios, poniendo fin a programas financieramente insostenibles
, señala un comunicado de la NASA.
Desafíos y Preocupaciones
La aceleración de los planes para enviar humanos a Marte ha generado preocupación en la comunidad científica, ya que podrían ser altamente peligrosos. Además, el fin de programas como el Gateway y el retorno de muestras de Marte podría tener un impacto negativo en la investigación y el conocimiento científico.
Sin embargo, la administración Trump parece decidida a priorizar la carrera espacial con China y a estrechar los vínculos entre la NASA y el sector privado, con la esperanza de lograr avances más rápidos y eficientes en la exploración del planeta rojo.
Solo el tiempo dirá si esta ambiciosa visión se materializa y si la NASA logrará enviar a los primeros astronautas a Marte en 2026, o si los desafíos y preocupaciones terminarán por retrasar estos planes.