El Senado de Estados Unidos rechazó este miércoles un proyecto de ley bipartidista que buscaba revocar los amplios aranceles impuestos por el presidente Donald Trump a principios de mes. La votación terminó en un empate, con 49 votos a favor y 49 en contra, después de que tres legisladores republicanos -del partido que tiene la mayoría en la Cámara Alta- se unieran a los demócratas en apoyo del proyecto.
La medida tenía como objetivo poner fin a la emergencia nacional que Trump declaró para implementar sus aranceles globales. Fue apoyada por los senadores republicanos moderados Rand Paul de Kentucky, Susan Collins de Maine y Lisa Murkowski de Alaska. Sin embargo, incluso si hubiera conseguido los votos necesarios, el proyecto no habría tenido la capacidad de dar marcha atrás a la guerra comercial del presidente, ya que la Casa Blanca advirtió que planeaba vetarla.
Impacto Económico de los Aranceles
Varios legisladores de ambos partidos han expresado su descontento con la política económica de Trump, que ya trajo como consecuencia una reducción del 0,3% en el producto interior bruto (PIB) del país, el primer dato trimestral negativo desde 2022. Según los datos publicados por el Buró de Análisis Económico (BEA), esta contracción se debe al aumento de las importaciones y a una reducción del gasto gubernamental.
El gasto de los consumidores, un dato clave para la economía estadounidense, creció un 1,8% en el primer trimestre del año, pero por debajo del nivel de los seis meses anteriores. Los analistas esperaban una subida del 0,4% en el primer cálculo del PIB para el primer trimestre, pero posteriormente estimaron que el dato sería negativo.
Incertidumbre por la Guerra Comercial
En un ejemplo más de la incertidumbre que ha creado la guerra comercial de Trump, el mandatario culpó a su antecesor, Joe Biden, de la contracción de la economía y negó que su agresiva política arancelaria haya tenido algo que ver. Trump ha anunciado y suspendido aranceles en varias ocasiones, lo que ha generado un ambiente de inestabilidad y preocupación entre los agentes económicos.
A pesar de los esfuerzos del Senado por frenar los aranceles, la Casa Blanca mantuvo su posición de respaldar la estrategia comercial del presidente, lo que significa que la incertidumbre y los desafíos económicos continuarán en el corto y mediano plazo.
