En un movimiento sorprendente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha recurrido a una ley de la era revolucionaria para acelerar las deportaciones masivas de los integrantes del Tren de Aragua, una peligrosa banda criminal transnacional con vínculos con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
La Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, que no se había invocado desde la Segunda Guerra Mundial, permite al presidente detener, retener y expulsar de inmediato a cualquier extranjero mayor de 14 años que forme parte de este grupo, sin necesidad de una audiencia previa. Trump considera que el Tren de Aragua está llevando a cabo «acciones hostiles y una guerra contra el territorio de Estados Unidos», por lo que los clasifica como «enemigos extranjeros».
Una Medida Controversial con Precedentes Oscuros
La aplicación de esta ley tiene un antecedente controversial en la historia estadounidense. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue utilizada para justificar la detención y expulsión de inmigrantes de origen japonés, uno de los episodios más oscuros de racismo contemporáneo en el país.
«La Ley de Enemigos Extranjeros se ha invocado solo en tres ocasiones en la historia de Estados Unidos, todas ellas en tiempos bélicos: la guerra de 1812 y la Primera y la Segunda Guerra Mundial»
, recuerda el Centro de Pensamiento Brennan, un instituto no partidista de derecho y política.
Vínculos con el Régimen de Maduro y la Migración Ilegal
Según la orden ejecutiva de Trump, el Tren de Aragua opera en conjunto con el Cartel de los Soles y «ha participado y continúa participando en la migración ilegal masiva a EE. UU. para promover sus objetivos de perjudicar a los ciudadanos estadounidenses, socavar la seguridad pública y apoyar el objetivo del régimen de Maduro de desestabilizar las naciones democráticas de América, incluido Estados Unidos».
La administración Trump ha clasificado previamente al Tren de Aragua y a los principales cárteles de la droga de México como organizaciones terroristas extranjeras, lo que facilita su persecución y desmantelamiento.
Implicaciones y Controversia
La aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros para deportar de inmediato a los miembros del Tren de Aragua sin audiencia previa ha generado una gran controversia. Algunos expertos cuestionan si Trump tiene la autoridad constitucional para invocar esta ley sin una declaración de guerra previa por parte del Congreso.
Sin embargo, el presidente argumenta que la «amenaza o invasión en curso» del Tren de Aragua le permite aplicar la ley sin esperar a una votación del Congreso. Independientemente de la legalidad de la medida, esta acción refleja la determinación de Trump de combatir la influencia de grupos criminales extranjeros en Estados Unidos, incluso recurriendo a herramientas legales históricamente controvertidas.
