Tras una larga y angustiosa espera, la familia del pastor Marcos Melío Carrasco ha recibido finalmente respuestas sobre su desaparición ocurrida hace más de 2 años en la comuna de Curarrehue, región de La Araucanía, Chile. Según los resultados de las pruebas genéticas realizadas a los restos humanos hallados en marzo de 2024 en Aluminé, provincia de Neuquén, Argentina, estos corresponden con un 99,9% de certeza a los del pastor desaparecido.
Cierre de un capítulo doloroso
El fiscal de Neuquén, Marcelo Jofré, confirmó la identidad de los restos a través del análisis de ADN comparado con muestras genéticas aportadas por uno de los hijos de Marcos Melío. Si bien no fue posible determinar la causa ni la data exacta de la muerte, este hallazgo representa un importante cierre para la familia, quienes durante todo este tiempo han vivido en la incertidumbre sobre el paradero de su ser querido.
Desaparición en condiciones extremas
Cabe recordar que la desaparición del pastor ocurrió en junio de 2022, cuando Marcos Melío salió a arrear animales en el sector cordillerano de Huincapaligüe, en medio de intensas nevazones y bajas temperaturas. Estas condiciones climáticas extremas dificultaron enormemente las labores de búsqueda en aquel momento, dejando a la familia sin respuestas por un largo período.
Nuevas líneas investigativas
Según el abogado de la familia, Shintaro Kuramochi, el hallazgo de los restos implica el cierre de la denuncia por presunta desgracia y abre la posibilidad de investigar la figura del homicidio. Esto podría derivar en nuevas diligencias y líneas de investigación que permitan esclarecer las circunstancias de la muerte de Marcos Melío.
Repatriación y despedida digna
Ahora, la familia de Marcos Melío Carrasco se prepara para la repatriación de los restos, que se llevaría a cabo en los próximos meses. Esto les permitirá brindar a su ser querido una sepultura cristiana y, tal vez, solicitar nuevas pericias en Chile para obtener más información sobre lo ocurrido. Aunque el dolor persiste, este hallazgo les trae un poco de paz interior al disipar la incertidumbre que los había acompañado durante tanto tiempo.
