La Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) ha tomado medidas drásticas contra la sanitaria Aguas San Isidro, luego de detectar una serie de incumplimientos en la operación de su planta de Tratamiento de Aguas Servidas de Labranza, ubicada en la región de La Araucanía.
Según los antecedentes, la SMA ha estado fiscalizando las actividades de la empresa desde el año 2015, y las últimas inspecciones realizadas en febrero de 2022 han revelado graves infracciones que podrían costarle a Aguas San Isidro una multa que supera los $8.700 millones.
Incumplimientos Detectados
La principal falta detectada por la SMA tiene que ver con la falta de monitoreo en el río Cautín, que es el punto de descarga de la planta de tratamiento. Esto representa un incumplimiento grave, ya que el monitoreo adecuado de los cuerpos receptores es fundamental para asegurar el cumplimiento de los estándares ambientales.
Además, la SMA también identificó una infracción leve relacionada con el incumplimiento en la realización de muestreos para el parámetro de coliformes fecales, lo cual debería ser realizado a través de una Entidad Técnica de Fiscalización Ambiental.
Sanciones Potenciales
Según el jefe regional de la SMA, Luis Muñoz, la multa total que enfrenta Aguas San Isidro asciende a 11.000 UTA, es decir, más de $8.700 millones. Esta sanción económica representa un duro golpe para la empresa, que ahora deberá presentar un Programa de Cumplimiento en un plazo de 10 días hábiles y formular sus descargos en 15 días hábiles.
Esta situación refleja la importancia que la SMA le otorga al cumplimiento de las normas ambientales por parte de las empresas, especialmente en el ámbito del tratamiento de aguas servidas, que es fundamental para preservar la calidad de los recursos hídricos
, comentó el jefe regional del organismo.
Impacto Ambiental y Responsabilidad Empresarial
Los incumplimientos detectados en la planta de Aguas San Isidro tienen el potencial de generar un impacto negativo significativo en el río Cautín y los ecosistemas acuáticos de la región. Esto pone en evidencia la importancia de que las empresas del sector sanitario asuman su responsabilidad ambiental y cumplan rigurosamente con las normativas vigentes.
La multa millonaria que enfrenta Aguas San Isidro servirá como un llamado de atención para que la empresa tome medidas correctivas y fortalezca sus procesos de monitoreo y control ambiental, con el fin de evitar futuros incidentes y garantizar la protección del medio ambiente.