¡Escándalo en el Hospital Van Buren: Gremios exigen transparencia en el uso de recursos!

En un movimiento sin precedentes, los gremios de salud han acudido a la Contraloría para exigir una auditoría exhaustiva sobre el uso de los recursos en el Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso. Según denuncian, existe una crisis financiera que ha generado irregularidades en el manejo de los fondos, poniendo en riesgo la continuidad de los servicios de este importante centro médico.

La solicitud de los gremios

Los funcionarios del hospital presentaron un oficio ante la Contraloría, en el que solicitan una auditoría para dilucidar diversas irregularidades denunciadas por el personal de salud. Además, destacaron la necesidad de que la salud sea un derecho social garantizado y que debe haber transparencia para que la comunidad sepa de qué manera se están utilizando los recursos.

La crisis financiera y la externalización de servicios

Según los testimonios de los dirigentes gremiales, el presupuesto recibido por el hospital fue inferior al solicitado inicialmente, lo que ha llevado a un déficit presupuestario. Además, les llama la atención la externalización de los servicios y piden transparentar los valores que se pagan a esas empresas.

La respuesta de las autoridades

La diputada María Francisca Bello, quien acompañó a los gremios en la presentación del oficio, señaló que por tratarse de un hospital que no solo atiende a usuarios de Valparaíso, sino de otras regiones, es necesario conocer el detalle de cómo se utilizan los recursos.

Por su parte, desde la Comisión de Salud del Senado ya se había afirmado que el jueves es un día clave porque se va a iniciar la discusión presupuestaria de salud en la tercera subcomisión mixta en Santiago.

Conclusión

Este escándalo en el Hospital Van Buren pone de manifiesto la urgente necesidad de transparencia en el manejo de los recursos públicos destinados a la salud. Los gremios han dado un paso importante al solicitar una auditoría exhaustiva, y ahora corresponde a las autoridades responder a esta demanda ciudadana y garantizar que los fondos se utilicen de manera eficiente y en beneficio de la población.

La salud debe ser un derecho social garantizado, y no un negocio. Es hora de que las instituciones responsables rindan cuentas y aseguren que los recursos se destinen a mejorar la atención y la calidad de vida de todos los usuarios del sistema de salud.