En un desgarrador giro del destino, un niño de 4 años en el Reino Unido ha sido diagnosticado con el síndrome de Sanfilippo, comúnmente conocido como «alzheimer infantil». Su madre, Tammy McDaid, se encuentra en una carrera contrarreloj para encontrar una solución que pueda salvar la vida de su pequeño.
El diagnóstico llegó en marzo de 2024, cuando los médicos detectaron preocupantes signos de demencia en el cerebro de Tate tras una resonancia magnética. Tammy reveló a la BBC que, debido al rápido avance de la enfermedad, no tiene esperanzas de que su hijo llegue a la adultez. «Mi hermoso pequeño no vivirá para ver su cumpleaños número 18. Tengo el corazón roto y, sinceramente, soy una mamá agotada», confesó la mujer de 33 años.
Contra el reloj: Buscando una oportunidad en el extranjero
Ante este devastador panorama, Tammy se ha enfocado en crear recuerdos valiosos con Tate y en recaudar fondos desesperadamente para que pueda participar en ensayos clínicos en el extranjero. Estos ensayos podrían ralentizar el avance de la enfermedad y darle a Tate más tiempo con su familia.
El síndrome de Sanfilippo, también conocido como «demencia infantil», es un trastorno genético que afecta principalmente al sistema nervioso central. Debido a una deficiencia enzimática, el sulfato de heparán, un carbohidrato complejo, se acumula en las células, tejidos y órganos, causando daños progresivos.
Una sonrisa contagiosa que ilumina los días
A pesar de la adversidad, Tammy describe a su hijo como un «pequeño compañero» que la ha hecho sentir «una madre muy orgullosa». «Disfruta de las cosas simples de la vida y tiene la sonrisa más contagiosa. Estoy tan bendecida y orgullosa de él», dijo.
Tate ama correr y trepar, y Tammy espera que los ensayos clínicos puedan ralentizar la pérdida de movilidad, que será lo más difícil para ella. «Solo quiero que pueda hacerlo el mayor tiempo posible», agregó.
Con el tiempo en su contra, Tammy se aferra a la esperanza de que los ensayos clínicos puedan brindar una oportunidad para ralentizar el avance de esta devastadora enfermedad y darle a Tate más tiempo con su familia. En medio de la adversidad, la sonrisa de este niño sigue siendo un faro de luz que ilumina los días de su madre.