En un giro inesperado, las familias de los pescadores desaparecidos en el accidente de la lancha Bruma han logrado suspender temporalmente la mantención obligatoria del buque Cobra, que colisionó con la embarcación artesanal hace 7 meses en las costas de Coronel, región del Bío Bío.
Tras intensas protestas y una reunión con la fiscal a cargo del caso, Marcela Cartagena, los familiares lograron convencer a las autoridades de que el traslado del buque Cobra a un dique de Asmar para su reparación (conocida como carena) podría obstaculizar la investigación en curso.
Preocupación por la integridad de la investigación
Según Claudia Urrutia, vocera de las familias, la mantención del buque Cobra era una preocupación importante, ya que podría alterar evidencias clave. «La carena implicaría el traslado del buque, lo cual podría afectar la investigación que aún está en curso», explicó Urrutia.
De hecho, las familias habían rechazado previamente el traslado del buque Cobra, temiendo que esto pudiera perjudicar el proceso legal. Ahora, tras las gestiones realizadas, han logrado que se suspenda momentáneamente esta reparación obligatoria.
Audiencia pendiente para justificar la petición
Sin embargo, la suspensión de la carena solo se extenderá hasta el próximo 19 de noviembre, cuando se realizará una audiencia en la que las familias deberán explicar y justificar su solicitud. Será entonces cuando se conozca la decisión definitiva sobre el futuro del buque Cobra.
Catalina Medel, hija de uno de los tripulantes desaparecidos de la lancha Bruma, celebró la suspensión temporal, pero reconoció que aún queda un camino por recorrer. «Logramos que se detenga la mantención por ahora, pero tendremos que ir a la audiencia a explicar por qué es importante para nosotros», afirmó Medel.
Consultada la empresa Blumar, propietaria del buque Cobra, declinaron hacer comentarios sobre este tema.